La Línea

El juez que dio la libertad a los Castañitas se traslada y deja el caso

  • El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de La Línea ha pedido su traslado al nuevo órgano linense

  • El cambio retrasa la resolución del recurso de la Fiscalía contra la libertad provisional

Isco (en el centro) y Antonio (derecha) Tejón.

Isco (en el centro) y Antonio (derecha) Tejón.

El juez de instrucción de La Línea que concedió la libertad bajo fianza a los hermanos Francisco y Antonio Tejón Carrasco, los Castañitas, ha dejado el caso. El titular del juzgado número 2 linense pidió su traslado al recién creado juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de la ciudad, por lo que ha dejado de instruir la causa contra los dos hermanos por la presunta comisión de delitos contra la salud pública y pertenencia a una organización criminal.

El juez Juan José Romero acordó el pasado octubre la puesta en libertad bajo fianza de los Castañitas, que permanecían en prisión provisional desde hacía un año. El instructor fijó una fianza para Antonio Tejón de 200.000 euros, mientras que para su hermano Francisco, Isco, la cantidad se rebajó a 120.000 euros. Ambos depositaron el dinero, si bien solo Isco salió a la calle, ya que Antonio tiene otra causa pendiente. El juez justificó su decisión en la previsible lejanía del juicio oral y en la existencia de “circunstancias personales y de arraigo familiar y social” que atenúan, a su juicio, el riesgo de fuga de los hermanos.

La Fiscalía presentó de inmediato un duro recurso en contra de la decisión, al considerar que la libertad bajo fianza es “una invitación a que continúen con su actividad criminal”, que existe un elevado riesgo de fuga y calificando de “incomprensible” la medida. Además de considerar “irrisorias” las fianzas para dos “jefes” del narcotráfico que acumulan un patrimonio de casi 20 millones de euros.

Sin embargo, la resolución del recurso y la elevación del mismo a la Audiencia Provincial, para que decida si revoca la decisión, se está retrasando por la complejidad del procedimiento y la sobrecarga de trabajo del juzgado, según explican fuentes judiciales. En este proceso que sigue contra los Castañitas hay una treintena de imputados y cada paso requiere que sea notificado a cada una de las partes.

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