Entrevista | Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica

“No vamos a imponer una ubicación para la subestación eléctrica”

  • La responsable de REE asegura que se va a escuchar a los linenses y espera que “antes de que esté hecha la infraestructura se haya hecho algo positivo para La Línea”

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor.

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor. / Erasmo Fenoy

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, llega a esta entrevista al final de su visita al Campo de Gibraltar para “escuchar”, como remarca a lo largo de la entrevista, a sus alcaldes y ciudadanos. Especialmente a los linenses, que han mostrado su rechazo a la construcción de una subestación en su municipio. Al frente de un grupo con 1.800 empleados y con la misión clave de gestionar la red de transporte de electricidad en España, Corredor defiende la necesidad de incluir la dimensión social en la ya de por sí compleja tramitación de las grandes infraestructuras. “Tenemos que conseguir que la población considere que REE ha dejado un impacto positivo”.

–La reunión con el Ayuntamiento de La Línea ha tenido aparentemente un resultado positivo.

–Creo que sí, porque siempre que dos personas que se juntan a hablar deciden seguir haciéndolo está bien. El objetivo que traíamos era escuchar, escuchar de cerca y tratar de trasladar la confianza de que cualquier instalación que vaya a ejecutarse en La Línea se va a hacer con consenso y conocimiento de los vecinos y de manera que repercuta en su bienestar.

–Han acordado buscar una alternativa en el mismo entorno de Los Portichuelos, pero la que se había propuesto era sobre el papel la más adecuada técnica y medioambientalmente. ¿Se va a ceder en esto para adaptar el proyecto a las necesidades que plantee La Línea?

–En el proyecto hay dos partes. Una es el estudio que se ha hecho de dónde debía conectar el cable desde Ceuta, eso determina dónde tiene que ir la subestación. Para conectar el cable se han tenido en cuenta distintas cuestiones: el fondo marino, las corrientes, la profundidad, las zonas protegidas, el tráfico marítimo. De todos los estudios realizados la conclusión es que la única zona posible es La Línea. Ese cable es submarino y cuando se aproxima a la costa se entierra a 10 metros de profundidad para que no afecte a la zona de fondeo, las playas o las dunas, y así llega hasta la subestación. Dónde se sitúa la subestación importa, pero no es necesario que sea un sitio determinado. Lo que se había presentado era una alternativa, pero el Ayuntamiento considera que invalidaría los desarrollos que prevé para esa zona. La obra no es inminente ni vamos a imponer una ubicación. Se ha hecho el proyecto para descartar dónde no se puede poner y a partir de ahora vamos a ver cómo lo hacemos de la forma que tenga el menor impacto. Para Red Eléctrica es importante que la gente tenga una percepción positiva de qué influencia ha dejado REE en sus vidas y eso pasa por escuchar a quienes viven en los sitios en los que se ubican las instalaciones.

–¿Esa percepción positiva se traduce en medidas compensatorias?

–Cuando decimos medidas compensatorias parece que estamos considerando que se está haciendo un daño y preferiría que no se viera así, porque las instalaciones eléctricas son de interés general, las decide el Gobierno y ratifica el Congreso. Ceuta es una isla eléctrica que se autoabastece por una central que no es de energía limpia y la única manera que tiene de incorporarse al sistema peninsular es un cable submarino. La planificación se hace para toda España y nosotros somos los encargados de desarrollarla de forma vinculante, son procesos muy complejos, con muchas administraciones y colectivos sociales involucrados. Hay que escuchar y llegar consensos, porque los proyectos pueden estar en un sitio ideal desde el punto de vista técnico pero desde el punto de vista social ser incompatibles con lo que la gente quiere allí.

"Las subestaciones del ferrocarril que dependen de REE estarán listas cuando el gestor de infraestructuras ferroviarias las necesite”

–Entonces, en un caso como el de La Línea, en el que el destinatario de la infraestructura no es el municipio, ¿cuál sería el beneficio?

–Tiene que ser el alcalde el que diga qué necesita su pueblo que esté a nuestro alcance. Por un lado está la capacidad de esa subestación de integrar renovables dentro del Campo de Gibraltar. En términos generales, podría pensarse en reforzar la formación para un mercado laboral mucho más técnico. Nosotros no podemos decir a La Línea qué necesitan, cuando ellos valoren lo que necesitan nosotros pondremos nuestra capacidad para que lo hagan. Estamos en nuevo punto de partida y el objetivo es que antes de que estén hechos la subestación y el cable se haya hecho algo positivo para La Línea. Y eso vamos a comenzar a hablar dentro de 15 días, fíjese si tiene claro el alcalde qué quiere para su pueblo.

–En el Campo de Gibraltar también hay otras dos subestaciones clave, las que prestarán servicio a la línea Algeciras-Bobadilla. Una de ellas verá demorarse su ejecución ante la necesidad de tramitar una declaración de impacto ambiental. ¿Qué plazos manejan?

–Los plazos de las tramitaciones son difíciles, están todos determinados en ley pero luego es difícil ejecutarlos. Las infraestructuras que dependen de Red Eléctrica van a estar listas cuando el gestor de las infraestructuras ferroviarias las necesite. Lo importante es que esté lista cuando el corredor se tenga que conectar y eso va a ser así. El gestor de infraestructuras ferroviarias tiene el mismo problema con los trámites que nosotros, así que vamos a estar antes.

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