Barriadas de La Línea: La Atunara (VI)
Enciclopedia de La Línea
La Atunara cuenta con una población de algo más de ocho mil habitantes, aproximadamente el 12% de la población total de La Línea
Esta barriada también es conocida por su hostelería
Los habitantes de La Atunara, barriada de La Línea, fueron siempre pescadores y parece ser que eran oriundos del litoral levantino y de las poblaciones malagueñas limítrofes, como Estepona, Marbella, Sabinillas y Fuengirola. También llegó una población de los pueblos ribereños del Mediterráneo, malteses y genoveses en su mayoría.
Han quedado muy atrás los tiempos en que trasladarse a La Atunara era una difícil aventura, propia de un paisaje sahariano. Para llegar a ella, había que hacerlo andando o en caballería, porque los coches de caballo sólo llegaban a la calle Jardines. Hasta después de construirse la carretera de acceso en los años 20 del pasado siglo, no fue posible llegar hasta el mismo barrio. Entre La Atunara, el Castillo y el Camino Ancho, sólo pasaba la ruta de los arrieros de Estepona. El resto era una extensión arenosa y reseca, que nadie se atrevía a atravesar en los meses de calor canicular ni en los meses del crudo invierno.
Las viviendas constituían un hacinamiento infrahumano de barracas, chozas y chabolas. El producto de la pesca y de los huertos de los arenales tenía que transportarse en bestias de carga o en carros de grandes ruedas, por caminos fangosos en invierno y polvorientos en verano. Iban bordeando las chumberas y cañaverales, que se extendían a lo largo de todo el trayecto, hasta el mismo centro de la ciudad, por la Huerta Fava, el Conchal, Castillo, Junquillos, Camino Ancho y Juana de Dios, al final de la calle Gibraltar.
Actualmente, se puede decir que La Atunara es una mera continuación de La Línea. Cuenta con una población de algo más de ocho mil habitantes, que supone aproximadamente el 12% de la población total de La Línea. Entre los más antiguos habitantes de La Atunara, se pueden señalar una de familias que llevan viviendo en la barriada más de un siglo. Entre algunos apellidos de los pescadores más viejos del lugar, podemos citar a los Seliva, Soriano, Morante, Robles, Alamino, Campos, Flores, Caparrós, Oria, Arroyo y otros muchos.
Quizás la más conocida sea la de don Antonio Seliva Martínez. Parece ser que los Seliva son descendientes de genoveses y que fueron tres los miembros de la familia que se establecieron en la comarca. Uno de ellos, en la Caleta de Gibraltar (Bahía de los Catalanes); otro, en La Atunara; y un tercero, en Puente Mayorga. Todo ello, fue anterior a la segregación de la Aldea de La Línea del municipio de San Roque en el año 1870.
Centros y Entidades
La barriada de La Atunara cuenta con el Colegio Público Atunara y el Instituto de Enseñanza Secundaria Antonio Machado. Además, también posee el barrio una guardería municipal y acoge el Hogar de la Concepción. El Club Atlético Zabal y la A.D. Atunara tienen su sede en el barrio y cuentan con dos campos de fútbol. Posee una Asociación de Vecinos, legalmente constituida llamada Cristo del Mar.
La enseñanza
El gran vacío que existía en La Atunara en el aspecto de la enseñanza, se palió en gran medida con la puesta en marcha de la llamada Campaña de Alfabetización Escolar y Educación de Adultos en 1960, dirigida por la Delegación Provincial y ejecutada por el Consejo Escolar de Enseñanza Primaria del Campo de Gibraltar, bajo la supervisión del entonces Inspector don Esteban Buñuel García y el patrocinio de la Junta Nacional contra el analfabetismo.
Todas las instituciones educativas, Cofradías de Pescadores, Instituto Social de la Marina, Ayudantía Militar de la Marina, la Iglesia y la Comisaría de Extensión Cultural colaboraron con la campaña. Los resultados fueron excelentes y, muy pronto, cerca de mil adultos se apuntaron para conseguir erradicar de sí mismo y de su familia el analfabetismo. Asistían a las clases diariamente una media de 700 personas y los resultados fueron espectaculares. A raíz de aquí, comenzaron a crearse centros de enseñanza para normalizar la escolarización de toda la población infantil en edad escolar.
En 1965, se crea la Agrupación Escolar Nuestra Señora del Carmen, a la cual pertenecían los grupos escolares Blanca de los Ríos, con seis unidades, el grupo escolar de la calle Guadiaro, con otras seis, y las tres escuelas de Santa María con tres unidades. En total, 600 niños escolarizados este año y creación de comedores de alimentación adicional.
En 1966, se crea la Agrupación Escolar Sagrada Familia con 200 niñas escolarizadas. Asimismo, se funda la agrupación escolar de la calle Canarias. Frente a la antigua fábrica de conservas Garavilla, en el camino de La Atunara al Punto Ribot, actualmente, calle Cartagena, se situó el Hogar de la Concepción, perteneciente al Consejo Superior de Promoción de Menores del Campo de Gibraltar, con capacidad para 200 chicas. Se fundó sobre la antigua Casa Titular de la Sagrada Familia.
Vías principales y características
La barriada de La Atunara posee dos grandes vías.
- La principal, que no podía ser de otra manera, es el Paseo Marítimo de Levante, encargado de separar el núcleo urbanístico de la playa.
- La otra vía es la Avenida Menéndez Pelayo, que partiendo de la calle Jardines, en pleno centro de La Línea, llega hasta la misma puerta de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, patrona de La Atunara. Esta barriada también es conocida por su hostelería. Sus bares y restaurantes, muy abundantes en la zona, se muestran repletos de visitantes a lo largo del año, pero de forma muy especial durante la época estival. Su típico pescaíto frito es degustado a escasos metros de unas playas que llenan de aroma y sabor a la especialidad culinaria de la zona, las sardinas al espeto.
Además de la festividad de la Virgen del Carmen, el 16 de julio y la estación de penitencia del Cristo del Mar el Viernes Santo, La Atunara celebra también la noche de San Juan, con sus hogueras en plena arena de la playa, que congrega a un gran número de personas en torno al barrio y su litoral marítimo.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Agua y Residuos del Campo de Gibraltar
Entrevista a Manuel Abellán San Román, Consejero Delegado de ARCGISA