El ex jefe de la Policía dice que no mandó un operativo en el caso del coche

El que fuera jefe de la Policía Local desde 1999 a 2001, Antonio Benítez Cánovas, declaró ayer que él no ordenó establecer un operativo en diciembre de 2000 para localizar el vehículo que posteriormente fue destrozado en el depósito municipal. Explicó que más tarde se enteró de lo sucedido, pero que le pasó inadvertido al entender que los hechos no estaban reflejados tal y como posteriormente se destaparon.

Fue una de las testificales que se escucharon ayer en la segunda sesión del juicio que se sigue en la sección algecireña de la Audiencia Provincial al concejal Manuel Aguilera y a los mandos policiales Carlos Fernández y David Iria, acusados de daños, amenazas y coacciones.

Descartó que él fuera el que diera cuenta del incidente a David Iria, que el día anterior manifestó que le llamaron con el encargo de localizar un vehículo que había sido denunciado debido a que sus ocupantes agredieron a otro agente. "Él dirigía una unidad policial de forma autónoma. No actuaba bajo mis órdenes", relató el que fuera jefe de la jefatura.

Aclaró que si el incidente le pasó desapercibido fue porque le debieron omitir o no contar datos y que aunque no había un protocolo establecido de colaboración con la Policía Nacional se debería haber contactado con este cuerpo. "Si hubo una denuncia previa en la Policía Nacional lo lógico hubiera sido trasladar el vehículo a la comisaría".

Pedro Osuna, letrado encargado de los trabajadores de la concesionaria del grúas, explicó ayer que los empleados vinieron a su despacho para que les asesorara porque habían sido llamados como testigos y a una reunión con Manuel Aguilera, por aquel tiempo concejal de Seguridad. Dijo que estuvo presente en el encuentro con el edil y confirmó que les comentó que el alcalde (por Juan Carlos Juárez) estaba muy preocupado por el caso y que él iba a hablar con la concesionaria para que los echara mientras no se encontrara una solución. Añadió que en un principio sus clientes no quisieron declarar, que luego sí que querían pero sin dar nombres y que en la tercera ya sí señalaron a los agentes policiales.

El ex alcalde Juan Carlos Juárez relató que Aguilera no tenía capacidad para echar a ningún trabajador de la concesionaria de grúas debido a que era una empresa privada, negó que diera la orden de que se retiraran menos vehículos y recordó que la empresa de transporte de vehículos sigue siendo la misma desde lo sucedido.

Los policías locales que fueron convocados aquel día en el depósito municipal coincidieron en que el coche tenía un impacto en un cristal, al que se le retiraron los trozos, y que fue Carlos Fernández -hoy jefe de la Policía Local- el que entró para retirar algunos objetos. Negaron que lo dañara.

El último en declarar fue el agente José Carrión, que presentó una denuncia en el Ayuntamiento por los destrozos al coche y en la que pedía que se adoptaran medidas. Aclaró que también fue a los juzgados al entender que el Consistorio no esclarecería los hechos. Dijo que se enteró por su labor policial y porque los empleados de la grúa se lo comentaron.

Aclaró que no tiene nada en contra de David Iria y que de los tres expedientes que le incoaron por aquel tiempo, uno no fue visto y los otros dos fueron sobreseídos. También fue suspendido cautelarmente. "Yo denuncio al Ayuntamiento, no a nadie concreto. Todos los procesos los pago yo". Se refiere a las otras tres denuncias que ha interpuesto más contra el Consistorio linense (por los casos de las multas, los contratos ilegales y Roseworld). "Todas han acabado en tres juicios orales", concluyó.