Los linenses han vuelto a poner de manifiesto durante el fin de semana que toca a su fin dos de sus características más significadas: su enorme sentido solidario y su cultura de pasar muchas horas en la calle. Los vecinos de La Línea han ocupado veladores y terrazas hasta las 17:55, lo que, por supuesto sin solucionarla, alivia en parte la delicadísima situación del sector hostelero local.

La Línea apoya a La Línea. Después de que el pasado viernes los hosteleros lanzasen un grito de socorro, porque las limitaciones impuestas por la Junta de Andalucía para tratar de evitar la expansión del Covid-19 les lleva en muchos casos a la desaparición, sus vecinos se han lanzado en su ayuda.

El cierre perimetral ha jugado a favor del sector. No solo porque los linenses no pueden abandonar la ciudad, sino porque los muchos gibraltareños que cruzan la Verja tampoco pueden salir de La Línea hacia otros puntos de España y han aprovechado para comprar en el mercado (el sábado, a pesar de las inclemencias meteorológicas) y para disfrutar de la prolífica oferta de bares y restaurantes locales.

Siempre con el máximo respeto por las distancias de seguridad y el uso de las mascarillas en algunos momentos incluso era fácil ver cómo ciudadanos esperaban de pie para poder disfrutar de una mesa libre.

Los clientes apuraban hasta las 17:55 para abandonar los locales y las peticiones de comida a domicilio, después de que el Gobierno autónomo ampliase el horario de este servicio, ha mejorado en el turno de cena desde el pasado viernes.

Con todo, muchos hosteleros siguen anunciando que si las limitaciones de horarios y movilidad son prolongadas después del próximo día 23 se pueden ver abocados al cierre.