El ufólogo linense Antonio Valencia ha muerto a los 66 años tras haber dedicado prácticamente toda su vida como aficionado a la investigación y documentación de los OVNI (Objeto Volador No Identificado) en el Campo de Gibraltar. 

A lo largo de 50 años, Valencia se dedicó a documentar con medios propios más de 400 avistamientos de objetos volantes en la zona. De hecho, definía al Campo de Gibraltar como un punto caliente para este tipo de fenómenos por su ubicación estratégica. Su archivo personal está repleto de grabaciones, vídeos, entrevistas y fotografías. 

Profesionalmente, Valencia fue durante años camarero del bar de Pepe León, en la Unión Deportiva Linense, siendo muy querido por los socios y vecinos de la ciudad. Allí recopiló buena parte de los testimonios para documentar los avistamientos.

Su afición empezó cuando leía revistas científicas procedentes de Inglaterra y a partir de ahí quiso ser un privilegiado en la materia. A finales de los años setenta empezó a divulgar su afición por este tema, si bien fue en los ochenta cuando se dio a conocer de manera más amplia, según una entrevista concedida a Europa Sur en 2004.

"En mis archivos tengo registrados más de cincuenta avistamientos en la zona durante los últimos años. Aparte, yo vi uno en 1996. Estoy seguro de que existen y que proceden de una estrella lejana dentro de nuestro sistema solar, posiblemente del planeta Júpiter", aseguró entonces a este periódico.

Para Valencia, la imagen de los extraterrestres como enemigos era equivocada: "No son violentos por naturaleza, aunque a lo mejor los hay. Yo creo que vienen en son de paz, aunque nosotros no los veamosde esta manera", afirmaba.