Enciclopedia de La Línea

Personajes ilustres, famosos y populares (XXX)

Un taller de cocina en las instalaciones de la Coordinadora Despierta.

Un taller de cocina en las instalaciones de la Coordinadora Despierta. / A. C.

La Enciclopedia de La Línea recoge en el tomo III las biografías de 329 personajes linenses o muy vinculados a la ciudad. Están representados casi todos los estamentos y profesionales. Contiene historias de literatos, pintores, docentes, sacerdotes, médicos, cantaores, cantantes, bailaores, compositores, músicos y toreros, además de psicológicos, locutores, deportistas y actores.

Coordinadora Despierta (Entidad de lucha contra las drogas) A mediados de la década de los años ochenta, Micaela Pérez, una madre de familia trabajadora en Gibraltar, se enfrentó sin sospecha previa alguna con que uno de sus hijos era encontrado en coma en el baño de su casa como consecuencia de una sobredosis. Micaela, que como todos había oído hablar de drogas, no era consciente del alcance de este problema y pensaba que su hijo, al ver que su vida había estado pendiente de un hilo, reaccionaría y no volvería a tocar la droga.

Día a día, con preocupación creciente, iba comprendiendo la ligereza con la que en un principio enfocó el problema ya que su hijo no sólo no dejó la heroína, sino que cada vez lo veía más dependiente de dicha sustancia. Fue ante esta situación cuando Micaela, con la desesperación de una madre herida en lo más profundo y el coraje de la impotencia de ver cómo su hijo se moría ante la pasividad de la sociedad, decidió, dando palos de ciego, empezar a hacer llamadas a la radio contando su problema y llamando a otras madres de afectados para ver si uniéndose podían hacer algo por sus hijos.

Esto coincidió con los comienzos de otros movimientos en la comarca dirigidos por José Chamizo, ex Defensor del Pueblo Andaluz y que por entonces era párroco de la Estación de San Roque.

La fuerza, el tesón y la razón de esta madre no cayó en saco roto y el diario Europa Sur se interesó por hacerle una entrevista. A raíz de la publicación de dicha entrevista, madres con las que se había comunicado anteriormente por la radio y otras personas que se solidarizaron con el problema, empezaron a reunirse para manifestarse en contra de los traficantes y las administraciones a los que consideraban responsables de la situación de sus hijos. Estas manifestaciones, no autorizadas en su mayoría, sufrieron en algunos casos la manipulación de personas que, con fines bien distintos, se unían a ellas aprovechando su poca preparación y la fuerza con que este movimiento surgía.

Poco a poco, el grupo fue siendo considerado y cada partido político y asociación vecinal decidía mandar representantes a las reuniones que empezaban a celebrarse en el colegio La Velada y más tarde en un barracón prefabricado cedido por el Ayuntamiento en la calle Andalucía.

En dichas reuniones se fueron programando de forma más seria las distintas actuaciones. Se empezó a pedir el establecimiento en La Línea de programas de metadona pensando que era la panacea para solucionar el problema, la creación de un centro que recogiera a los enfermos terminales de SIDA y la cesión de un local que sirviera de sede a la asociación al tiempo que se iban diseñando los primeros estatutos para dar carácter legal a la asociación que sería constituida formalmente el 23 de febrero de 1990 y cuyo primer presidente fue Tomás Muñoz Cárdenas.

La reivindicación de un centro comarcal de drogodependencias para la dispensación de metadona fue tenida en cuenta por la administración y, tras muchas conversaciones, La Diputación decidió que lo haría en aquella ciudad que cediera el terreno para las obras. Fue el entonces alcalde de La Línea Salvador Pagán el que cedió unos terrenos detrás de las llamadas naves del inglés, entonces calle Segovia y hoy prolongación de la calle Xauen y comenzaron las obras. El centro para enfermos de SIDA se concretó en lo que en la actualidad es el Hogar Marillac, construido y atendido por la Hijas de la Caridad. La autorización para la instalación de dicho centro fue otorgada a Despierta por acuerdo de pleno municipal del 5 de julio de 1990.

El primer local que se acondicionó como sede de Despierta fue donde estaba ubicado el CCD de La Línea, aunque en él nunca llegó a establecerse la coordinadora ya que prefirió que se instalara allí, sin demora, el Centro Comarcal de Drogodependencias en espera de la construcción del centro. La asociación siguió reuniéndose en la sala de reuniones de la Gerencia del Plan de Barriadas de Actuación Preferente, dependiente de la delegación provincial de Asuntos Sociales, local les fue cedida una dependencia para instalar la primera oficina de información y ayuda al toxicómano.

Detalle de un folleto de la Coordinadora Despierta. Detalle de un folleto de la Coordinadora Despierta.

Detalle de un folleto de la Coordinadora Despierta. / A. C.

Más tarde fueron ocupando otras dependencias donde realizaron el primer curso de animadores en el verano de 1991 tras recibir la primera subvención. Fue este el inicio del trabajo en el área de prevención ya que en el otoño de ese mismo año se dieron los primeros pasos para lo que sería el centro socio-laboral Oasis, que empezó a funcionar en los barracones de la calle Andalucía nuevamente cedidos para este fin. Por aquel entonces, la sede pasó a un pequeño local cedido por el Ayuntamiento en la calle Rocío.

A comienzos de 1992 se empezó a reivindicar con fuerza el local de la calle Segovia, cuya obra se había paralizado y el que necesitaba cada día más dado el volumen de actividades y jóvenes que, cada día en mayor número, acudían. Dichos locales, aunque mucho tiempo antes estuvieron terminados, no pudieron usarse hasta el 15 de enero de 1995. En los años de andadura de la Coordinadora Despierta ha aumentado de forma sensible el número y calidad de sus actividades ya que el trabajo ha estado basado en el sistema de investigación para la acción y así fueron aprendiendo de sus propios errores.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios