La compañía Aqualia repartirá hasta 3.000 litros de agua mineral al día entre los vecinos de la urbanización La Alcaidesa afectados por la declaración transitoria del agua corriente como no apta para el consumo. La medida fue acordada el martes por la Junta de Andalucía ante una superación leve de los niveles máximos de trihalometanos. 

Durante la jornada de este miércoles, la de mañana jueves y la del viernes se efectuarán varios muestreos de agua y su análisis en un laboratorio propio de Aqualia que se encuentra acreditado por Aenor para este tipo de analíticas. Con estas pruebas se efectuará una curva de seguimiento de los niveles de este parámetro físico/químico antes de dictaminar cuándo se podrá volver a consumir el agua del grifo en la zona. Estas pruebas se efectuarán tantas veces sea necesario.

La empresa estima que en esta urbanización, entre los términos municipales de La Línea y San Roque, se encuentran en uso en temporada baja aproximadamente un 25% de las 2.400 viviendas del área residencial. Para ellos ha previsto como alternativa el reparto de 600 garrafas diarias. Esta cantidad se adaptará si resulta necesario. 

Los primeros cantines con agua mineral se han comenzado a repartir en la mañana de este miércoles en la estación de bombeo (EBAP) Castillo, en la avenida de La Hacienda, frente a la urbanización Loma del Rey, y en su oficina de atención al cliente (Calle De La Villa Real, 1 en el Centro Comercial La Hacienda). El agua se puede recoger de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 18:00. Este reparto se realizará en ambas ubicaciones de forma diaria mientras dure la incidencia.

Agua segura para lavar y asearse

Aqualia ha insistido en que los únicos usos no permitidos para el agua en estos momentos son para beber y cocinar. Con el agua del grifo se puede perfectamente hacer la colada, fregar la vajilla o asearse.

Los trihalometanos que se han detectado en una concentración mayor a la permitida en el agua de La Alcaidesa son compuestos químicos volátiles que se generan durante el proceso de potabilización del agua por la reacción de la materia orgánica, aún no tratada, con el cloro utilizado para desinfectar. 

En circunstancias de sequía como las actuales se puede dar un exceso de materia orgánica y producirse un incremento de estos compuestos. Además, el bajo nivel de consumo en la urbanización durante la temprada baja también habría acrecentado este fenómeno durante el almacenaje del agua. 

Desde Aqualia insisten en que el agua en sí misma no es dañina para la salud si se consume o se ha consumido puntualmente. Para que los trihalometanos tengan capacidad de afección sobre el organismo, el consumo debería ser en grandes cantidades y durante un tiempo prolongado. 

El valor legal máximo para el total de trihalometanos es de 100 microgramos por cada litro de agua (100 µg/l) habiéndose detectado valores comprendidos entre 101 y 126 µg/l. en los últimos días.