Gibraltar se salva de las restricciones de agua porque cuenta con varias plantas desaladoras
SEQUÍA
La colonia persigue el autoabastecimiento desde que el Peñón estuvo ocupado por los árabes
Los hogares llanitos tienen dos circuitos: uno de agua potable para cocina, lavabos y ducha, y otro de agua del mar que se emplea en las cisternas de los inodoros
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Gibraltar plantea instalar una tubería para abastecerse de agua de España en caso de emergencia
Si Gibraltar se salva de las restricciones en el consumo de agua que afectan a toda la comarca colindante a causa de la sequía es porque cuenta con sus propias plantas desalinizadoras, lo que le permite no depender del exterior.
La primera desaladora del Peñón se construyó en 1956 y funcionaba por arrastre de vapor. Aquel proyecto pionero tuvo escaso éxito. En 1964 se puso en marcha una segunda desaladora que funcionaba con el calor residual de los motores de los generadores de la estación eléctrica. Cinco años más tarde, en 1969, el Gobierno del Peñón encargó un destilador flash. Y en 1973, se instaló un evaporador vertical de tubos largos diseñado por la Autoridad para la Energía Atómica del Reino Unido.
Estos ensayos, y otros que les continuaron, culminaron en 2001, cuando AquaGib, la empresa pública del agua en Gibraltar, adquirió dos plantas de ósmosis inversa de 1.000 metros cúbicos por día, las cuales se encuentran en pleno funcionamiento. AguaGib adquirió recientemente una tercera instalación de este tipo, lo que aumentó la capacidad de producción a un máximo de 6.300 metros cúbicos por día, es decir, la práctica totalidad del agua potable que se consume en la colonia.
Durante el proceso, las plantas gestionadas por AquaGib expulsan una gran cantidad de salmuera que regresa al mar, produciendo una enorme catarata artificial que, con frecuencia, es fotografiada por los turistas.
En el verano de 2022, un derrumbe y el posterior incendio de un túnel afectaron gravemente a una de las plantas desaladoras de Gibraltar, dejando a la población sin suministro durante varios días y obligando al Gobierno de la colonia a importar 4,4 millones de litros de agua desde España.
En busca del autoabastecimiento
Gibraltar ha perseguido el autoabastecimiento de agua potable desde que el Peñón estuvo ocupado por los árabes. En aquella época, se construyeron varios pozos. Uno, conocido como Nuns Well, permitía drenar el agua subterránea para su consumo posterior. Los árabes también construyeron un acueducto que desembocaba en los baños de Line Wall. Finalmente, en la torre del homenaje del castillo de los Moros había un pozo que recogía el agua de lluvia.
Los españoles construyeron un segundo acueducto en 1571, el cual seguía parcialmente el trazado del morisco y que vertía agua desde dos embalses subterráneos en Rosia Road hasta Fountain Ramp, en el centro de la ciudad. Las obras, diseñadas por un jesuita bajo el patrocinio del Condado de la Corzana, fueron ampliadas en 1694 con un tercer depósito y una nueva fuente, cuyos restos pueden verse aún en una de las paredes de la fortificación, en la zona del bulevar.
Tras la toma de Gibraltar
A partir de la toma de Gibraltar de 1704, no hubo suministro público de agua como tal. La población se abastecía como podía usando el viejo acueducto, la fuente y los pozos de agua salobre. Esta necesidad provocó que se construyeran tanques subterráneos para recoger agua de lluvia. Sin embargo, muchos de esos pozos privados tuvieron que cerrarse a raíz de una grave epidemia de cólera que asoló al Peñón.
En 1863, durante una Comisión Parlamentaria convocada para estudiar los problemas sanitarios, la Gibraltar Garrison Quartermaster aseveró que los habitantes del Peñón no le debían nada al Gobierno británico por el "pequeño suministro de agua" que habían tenido en los últimos 150 años como base militar.
Esta Comisión informó que no había una tubería de agua en toda la ciudad, excepto el antiguo acueducto español. También propuso podar e impermeabilizar una zona de la Roca, más arriba del castillo de los Moros, para captar agua de lluvia. El agua allí recogida debía ser transportada después a un gran depósito de mampostería y hormigón.
A raíz del informe elaborado por la Comisión Parlamentaria, se crearon los Comisarios Sanitarios de Gibraltar, a los que se les encomendó la tarea de suministrar agua corriente a la comunidad y sentaron las bases del actual sistema de abastecimiento. En 1869, se publicó la primera Ordenanza de Salud Pública en la que se establecía la obligación de construir tanques subterráneos si se hacían nuevas viviendas. Eso sigue ocurriendo en la actualidad, en las zonas residenciales donde no se dispone de agua potable a través de la red pública de abastecimiento.
Suministro de agua dual
En 1869, se encontró un acuífero arenoso en el istmo que une Gibraltar con España. Se construyeron pozos y un sistema de bombeo para transportar este agua a los embalses públicos, no obstante, el agua se volvió salobre rápidamente y se empleó principalmente para fines sanitarios.
A raíz de aquello se desarrolló el todavía vigente suministro dual de agua que establece dos sistemas de distribución: uno para el agua potable y otro para el agua de mar, dedicado a la lucha contra incendios, la limpieza de las calles, el alcantarillado y otros fines sanitarios. Por ello, cada hogar en Gibraltar dispone de dos grifos. El suministro de agua salada se paga mediante impuestos y el suministro de agua potable se mide y factura mensualmente, con una tarifa mucho más cara que en España.
Este sistema de suministro dual reduce el consumo de agua potable en más del cincuenta por ciento, aseguran los llanitos.
Recoger el agua de lluvia
Un colosal proyecto de ingeniería hidráulica comenzó a construirse entre 1898 y 1900, cuando se excavaron cuatro nuevos embalses que se alimentaban con el agua recogida en las laderas superiores de la Roca. A partir de entonces, se hicieron más y más presas de este tipo, hasta doce en total. Cada depósito estaba conectado al canal principal por medio de tuberías de gran diámetro con válvulas que controlaban la entrada de agua.
A medida que aumentaba la población, se necesitaban más fuentes de abastecimiento, por lo que se llevó a cabo otro plan que implicó la construcción de un túnel de 800 metros de longitud que atravesaba el Peñón, un hito en aquel momento.
Todas estas cavidades y canales dejaron de funcionar como fuente de agua potable en 1993. Actualmente, estas cuencas hidrográficas se utilizan como depósitos que proporcionan considerables reservas de agua.
En los largos periodos de sequía, se ha recurrido a la importación de agua potable mediante camiones cisterna. Generalmente, la procedencia era Reino Unido, pero también España.
Una tubería hasta España
Recientemente, tras el incendio de 2022 que arrasó el conducto de agua salada que abastece a la planta de ósmosis inversa de Governor’s Cottage, Gibraltar planteó a España recuperar las viejas cañerías subterráneas cercanas al aeropuerto para crear una tubería que, según el gobierno llanito, sólo utilizaría en caso de emergencia, y que le permitiría abastecerse con agua del Campo de Gibraltar. De aquel proyecto no ha vuelto a hablarse.
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