Negociación del Gibrexit

La UE y Reino Unido llegan a la hora decisiva del tratado de Gibraltar con asuntos clave pendientes

  • El papel militar de la Roca, escenificado durante la reciente visita de Eduardo conde de Wessex, hijo menor de la reina, está sobre la mesa

  • La aplicación de Schengen marca la novena ronda de negociación entre mensajes optimistas de las dos partes

  • El 90% del tratado está acordado, pero lo que resta todavía es lo fundamental 

José Manuel Albares y Liz Truss, ministros de Asuntos Exteriores de España y Reino Unido.

José Manuel Albares y Liz Truss, ministros de Asuntos Exteriores de España y Reino Unido.

Grand Battery House, hora de la comida. En el comedor de oficiales del Regimiento Real de Gibraltar, el Gobierno agasaja a Eduardo, conde de Wessex, el hijo menor de la reina, y a su esposa. En estas mismas instalaciones militares almorzó Isabel II en 1954. El ministro principal, Fabián Picardo, habla de la “fuerza invulnerable” del Peñón. En unas horas ha acompañado a Eduardo a las Defensas del Norte, que han sido reformadas, así como las instalaciones modernizadas de La Torre, en la Base Naval, donde se reunió con la tripulación del RFA Argus. También, durante un desfile militar en Casamates del Regimiento Real, que en marzo se encargó de custodiar el castillo de Windsor. Ahora, Picardo recuerda la "importancia estratégica" de la Roca.

Esa "importancia estratégica", el papel de Gibraltar como enclave militar que ha salpicado de gestos la visita Real, es uno puntos fundamentales aún por concretar antes de cerrar el primer borrador del tratado internacional que la Comisión Europea y el Reino Unido elaboran para regir la relación del Peñón con la Unión Europea tras el Brexit. Todavía no se ha concretado una fecha, pero antes de 20 días debe celebrarse la novena ronda de negociación. La base naval estará sobre la mesa. Solo está previsto que haya una más después, de modo que -tras varios aplazamientos de la fecha estimada para alcanzar un acuerdo- las conservaciones se encuentran en su punto más álgido y delicado

Es ahora o nunca, de ahí que España elevara una protesta por la visita del conde de Wessex en un momento "inoportuno" y de ahí los matices militares del viaje. 

La negociación tiene como base el memorándum de entendimiento que firmaron los gobiernos británico y español el 31 de diciembre de 2020 en el que se prevé la futura supresión de la Verja y trasladar los controles fronterizos en el Peñón al puerto y el aeropuerto. Junto con el carácter militar de la Roca, ahí se encuentran los detalles aún por cerrar. Quizás, los más importantes. De los 300 artículos que se estima que tendrá el tratado, ya se han acordado un 90%. Pero lo que queda es importante y, en diplomacia hay un viejo dicho que encaja a la perfección aquí: "No hay nada acordado hasta que todo está acordado". Es decir, hasta que no exista un consenso completo, las partes no trasladarán al papel el primer borrador del tratado. 

España es la responsable de los controles a las personas que buscan ingresar en la zona Schengen a través de Gibraltar por el paso fronterizo de La Línea. "Al menos durante los primeros cuatro años, llevará a cabo esos controles con la asistencia de Frontex. Sin embargo, la cuestión es cómo hacerlo de forma segura y agradable para Gibraltar y el Reino Unido, así como España y la UE, desde el primer día. Por supuesto, tenemos que lidiar con muchos años de disputas y restricciones, etc., a medida que evaluamos cada posición del otro", dijo en mayo el ministro principal de la Roca, Fabián Picardo, en el Parlamento gibraltareño.

"La ubicación y forma de realizar los controles Schengen ha sido un tema clave a lo largo de la negociación. Eso significa trabajar para acordar en detalle dónde estarán las personas relevantes, qué harán y a quién se lo harán. La clave, sin embargo, es que no habrá tales controles en la frontera entre nosotros y España. Es decir, donde actualmente se realizan los controles, no los habrá. Eso pondrá fin, para siempre, al menos durante el período de aplicación del Tratado, a las colas y controles fronterizos tal y como los conocemos hoy. Por supuesto, también queremos que estos problemas no generen cargas adicionales innecesarias para los pasajeros que llegan al aeropuerto y al Puerto de Gibraltar", explicó.

El desfile militar en Casemate con los condes de Wessex El desfile militar en Casemate con los condes de Wessex

El desfile militar en Casemate con los condes de Wessex / Erasmo Fenoy (Gibraltar)

El mensaje del lado es británico es tan optimista como el del europeo. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, confirmó a mediados de mayo que "hay textos concretos sobre la mesa" y confía en comenzar la redacción pronto con soluciones concretas y jurídicas sobre los puntos importantes. 

Ambas partes se habían dado inicialmente de plazo hasta finales de 2021 para cerrar el acuerdo, que regulará la relación de Gibraltar con la UE ahora que Reino Unido no es estado miembro, pero ante la imposibilidad de cumplirlo se pusieron como meta el primer trimestre del año, plazo que también ha expirado ya.

Investigación

En este momento clave de la negociación, el Comité de Control Europeo del Parlamento británico ha iniciado una investigación del proceso tras conocer que, en la Aduana de La Línea, a los residentes británicos temporales en Gibraltar -no a los gibraltareños- se les pide que revelen el motivo de su visita, dónde se alojarán y la cantidad de dinero en efectivo que manejan.

En realidad, Gibraltar no es una excepción. España realiza estos controles en todos los puntos de entrada (aeropuertos, por ejemplo) y obedecen la normativa de control de las fronteras del espacio Schengen. Para acceder a España (y la UE) por un periodo de duración inferior a tres meses (turismo, negocios, estudios), los nacionales de terceros países tienen que presentar su pasaporte en vigor y visado en caso necesario. El Código de fronteras Schengen exige también "estar en posesión de documentos que justifiquen el objeto y las condiciones de la estancia prevista y disponer de medios de subsistencia suficientes".

En el caso de España, a petición de las autoridades la persona debe demostrar estar en posesión de un mínimo 100 euros por día de estancia (mínimo de 900). Además, se podrá exigir documentación acreditativa del objeto de la visita, como la reserva de hotel o viaje concertado, la invitación a un congreso o la matrícula en un curso. Si no se posee esa documentación, no se puede acceder a España. El requerimiento es potestativo; los agentes de frontera pueden hacerlo o no en función de la situación del paso fronterizo y su criterio. Por último, los extranjeros necesitarán un certificado de pauta de vacunación completa. 

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