Consecuencias del Brexit

Picardo ve el tratado entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar "al alcance de la mano"

  • El ministro principal considera que el acuerdo puede cerrarse "en dos rondas de negociación" y confía en que el conflicto irlandés no lo enturbie

  • El texto final pasará por el Consejo de Ministros y el Parlamento gibraltareños antes de ser ratificado por Londres

Picardo llega al Parlamento junto a Joseph García.

Picardo llega al Parlamento junto a Joseph García. / Johnny Bugeja/Gibraltar Chronicle

El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha ido un paso más allá en el optimismo con el que se expresa desde hace semanas sobre las negociaciones que llevan a cabo la Unión Europea y Reino Unido para lograr un tratado internacional que rija las relaciones entre los Veintisiete y el Peñón una vez culminado el Brexit. Hasta el punto de que, en una declaración en el Parlamento gibraltareño este lunes, ha dicho que ambas partes están cerca de comenzar a redactar ya un borrador porque hay propuestas "claras y concretas sobre la mesa". E incluso ha expuesto algo así como un plazo: según su percepción, se necesitarán dos rondas para cerrarlo. A principios de junio está previsto que se establezcan esas "fechas claves". 

"Tenemos al alcance de la mano un tratado histórico entre Reino Unido y la Unión Europea", ha dicho Picardo, que cree que crearía "un renovado optimismo en la propia idea europea". "Creará oportunidades para nuestro mayor desarrollo económico y el de la región que nos rodea, y quizás incluso más allá, cruzando el Estrecho. Quiero dejar claro que la prosperidad compartida de la que hablamos se trata de desarrollo empresarial, no de que Gibraltar pague por la creación o el mantenimiento de infraestructuras españolas", ha declarado, en relación a las manifestaciones del alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, en una entrevista en Europa Sur en la que manifestó: “Necesitamos generosidad de un Gobierno de Gibraltar que permita compartir las inversiones públicas y no solo se beneficien de todas las actuaciones públicas de infraestructuras en España. Que cooperen en su sostenimiento”.

Picardo ha explicado que Reino Unido no firmará el tratado sin recibir el visto bueno de las autoridades del Peñón. Y que, antes de dar el consentimiento al Gobierno de Boris Johnson para ratificarlo, someterá el texto a un acuerdo del Consejo de Ministros y a un debate profundo en el Parlamento en el que se debatirán "los términos y el contenido" a través de una moción con posibilidad de realizar enmiendas.

Tras confirmar que en ningún momento los negociadores europeos han puesto sobre la mesa algún aspecto que comprometa la soberanía británica sobre Gibraltar, el ministro principal se ha referido a la posibilidad de que el desacuerdo entre los mismos negociadores sobre la frontera entre las dos irlandas acabe por enturbiar la negociación sobre Gibraltar. "Está claro que muchas cuestiones externas han golpeado nuestras negociaciones en los últimos seis años desde el resultado del referéndum del Brexit", ha dicho. Pero, subrayó, “son negociaciones completamente diferentes”, antes de recordar que así lo han expuesto todas las partes en varias ocasiones.

En las ocho rondas de conversaciones celebradas, ha explicado el ministro principal, se han cubierto ya "todas las áreas que son objeto de negociación", cuya complejidad ha calificado de "inimaginable" porque afecta a todos los "componentes básicos de la Unión Europea" para determinar "como cada uno de ellos debería aplicarse a Gibraltar en el futuro".

Picardo ha destacado los recursos desplegados por Reino Unido y la Unión Europea durante la negociación con los mejores expertos en cada apartado, así como la labor del fiscal general y asesor Jurídico jefe del Gobierno, Michael Llamas, y los consejos del gobernador, Sir David Steel. El ministro principal ha nombrado además a Daniel D'Amato, de la Oficina de Gibraltar en Bruselas; al responsable de la Misión Británica en esa misma ciudad, Lindsay Appleby, y al jefe de la negociación por parte del Foreign Office, Robbie Bulloch. También ha resaltado el compromiso del equipo europeo  liderado por la española Clara Martínez Alberola, y ha explicado que, durante este tiempo, se ha establecido "una sólida relación" con los representantes del Gobierno español. 

En las últimas cuatro semanas, ha relatado Picardo, se han alcanzado avances importantes. "Por supuesto, nada está acordado hasta que todo esté acordado y en este momento no podemos decir que se haya cerrado un texto. Simplemente estamos refinando principios con gran detalle", ha dicho.

"En muchas áreas, ya hemos alcanzado consensos en torno a principios básicos que nos permiten continuar hacia un pleno acuerdo", ha continuado el jefe del Gobierno gibraltareño, quien ha reconocido que "el problema principal se ha centrado en la movilidad de las personas", teniendo en cuenta que había que llevar a la práctica "el delicado equilibrio alcanzado en el Acuerdo de Nochevieja", pero no es el único que queda por concretar. 

Picardo ha explicado que, según aquel acuerdo, España es la responsable de los controles a las personas que buscan ingresar en la zona Schengen a través de Gibraltar por el paso fronterizo de La Línea. "Al menos durante los primeros cuatro años, llevará a cabo esos controles con la asistencia de Frontex. Sin embargo, la cuestión es cómo hacerlo de forma segura y agradable para Gibraltar y el Reino Unido, así como España y la UE, desde el primer día. Por supuesto, tenemos que lidiar con muchos años de disputas y restricciones, etc., a medida que evaluamos cada posición del otro".

"La ubicación y forma de realizar los controles Schengen ha sido un tema clave a lo largo de la negociación. Eso significa trabajar para acordar en detalle dónde estarán las personas relevantes, qué harán y a quién se lo harán. La clave, sin embargo, es que no habrá tales controles en la frontera entre nosotros y España. Es decir, donde actualmente se realizan los controles, no los habrá. Eso pondrá fin, para siempre, al menos durante el período de aplicación del Tratado, a las colas y controles fronterizos tal y como los conocemos hoy. Por supuesto, también queremos que estos problemas no generen cargas adicionales innecesarias para los pasajeros que llegan al aeropuerto y al Puerto de Gibraltar", ha manifestado.

El ministro principal ha defendido la confidencialidad de la negociación como fundamental para llegar a acuerdos en un proceso que "depende de la discrecionalidad para poder tener éxito".

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