Casi medio año después del fallecimiento de su pareja durante más de tres decenios, Massimo Stecchini, Pepa Flores, Marisol, encara la dura pérdida sin dejar margen alguno de lo que ha sido su vida durante todo ese mismo tiempo, desde que se retiró de los platós y quiso estar apartada de todo lo que era el mundo artístico y la fama. Es memorable que pese al homenaje en la gala de los Goya celebrada en Málaga sus hijas recogieron el galardón con palabras muy amables de Pepa pero sin contar con su asistencia. No hay apenas imágenes de la actriz a lo largo de estos años, con una vida en el absoluto anonimato en su tierra natal.

A sus 76 años Marisol cumple cuatro decenios desde que abandonó la escena pública y vive arropada por sus tres hijas y dos nietos y también por su hermana Victoria, con la que ha sido captada por la revista Lecturas que lleva a su portada de esta semana estas imágenes.

La revista 'Lecturas' de esta semana con la foto de Pepa Flores, Marisol

Stecchini, pareja de Pepa desde el año 1988, fallecía el pasado mes de septiembre a los 63 años por un infarto fulminante, de manera inesperada. Un mazazo para la actriz, quien tampoco estuvo en el tanatorio para despedirle y no ser fotografiada en esos momentos. El fallecido empresario, que mantuvo un vínculo cordial con los medios pero sin dejar nunca un resquicio que alcanzara a la exposición de su mujer, formaba parte del negocio familiar de la pizzería Trastevere, en La Malagueta, establecimiento pionero en la capital.

Massimo Stecchini, la pareja y gran apoyo de Marisol desde 1988, ha fallecido a los 63 años.

Pepa Flores conoció a su pareja desde 1988 tras separarse del bailarín Antonio Gades en 1986. Con el coreógrafo había dejado atrás la pesadilla de años en el entorno del promotor artístico Manuel Goyanes. Sufrió abusos durante su niñez, según denunció, alejada de su familia, y se casó con un hijo del representante, Carlos Goyanes, tras haber sido la niña prodigio del cine español y un paso a la edad adulta con el que quería romper amarras y contar con una carrera propia y alejada de lo que fue. De Goyanes se separó en 1972, con 24 años. Junto a Gades encontró el respaldo y crecimiento que necesitaba y tras casarse en Cuba en 1982, con Fidel Castro de padrino, el matrimonio se rompió cuatro años después.