Elecciones

Las firmes exigencias de JuntsxCat complican la investidura de Pedro Sánchez

  • El PSOE y el Gobierno en funciones rechazan el referéndum que exigen los independentistas y aleja, en el tiempo la negociación

  • Feijóo ve una “conclusión precipitada” que se diga que el PP no podrá gobernar por la negativa a pactar de PNV y CC

  • Sánchez no contempla ni el bloqueo ni la repetición electoral

La ministra en funciones de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, tras una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

La ministra en funciones de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, tras una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. / Alberto Ortega · Europa Press

LA igualdad entre bloques que el resultado de las elecciones a Cortes Generales deparó el pasado domingo, dejó al partido del ex president huido de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, Junts per Catalunya (JuntsxCat) con la capacidad de permitir la investidura de Pedro Sánchez o bloquearla y forzar una repetición electoral. Desde que terminó el recuento de votos, los dirigentes de este partido independentista dejaron claro que un apoyo explícito o la abstención –que también permitiría la reelección del presidente del Gobierno– no saldría gratis.

Las exigencias son máximas: una ley de amnistía para quienes participaron en el Procés y la convocatoria de un referéndum pactado que permita sólo a los censados en Cataluña ejercer el derecho a la autodeterminación. Esto es, la capacidad unilateral de decidir si se fragmenta la unidad territorial de España que consagra el artículo 2 de la Constitución Española.

El pasado lunes ya pusieron ese altísimo precio para sortear el bloqueo y advirtieron de que “no se moverían ni un milímetro” de esas peticiones.

Este martes, la presidenta de JuntsxCat, Laura Borràs, se encargó de recalcar la firmeza de esas exigencias, lo que complica la investidura de Sánchez, una vez que Felipe VI le encomendase intentar formar Gobierno.

Su advertencia fue clara: su partido “no rebajará” sus condiciones, autodeterminación y amnistía, para una investidura de Pedro Sánchez.

En declaraciones en TV3, Borràs reafirmó las prioridades de su partido, que pasan por recuperar una “dirección estratégica” del independentismo y “unidad en el frente de Madrid”, como también una mesa de negociación con el Estado que aborde una “amnistía y la autodeterminación” de Cataluña.

“No hemos venido a rebajar nada, sino a conseguirlo todo. Haríamos mal si empezamos la negociación rebajando algo”, avisó Borràs.

Ante la pregunta de si la demanda de amnistía se podría traducir en un indulto anticipado del expresidente catalán Carles Puigdemont, la respuesta de Borràs fue tajante: “Esto no va de soluciones personales. Estamos en un conflicto que el Estado mantiene con Cataluña y queremos resolverlo”.

Con estas exigencias firmes, la pelota queda en el tejado de los socialistas, que las consideran inasumibles.

Así lo puso de manifiesto este martes la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien ha rechazado el referéndum para Cataluña y la amnistía que pide Junts.

“El PSOE siempre ha sido muy claro con esta cuestión. Somos un partido constitucionalista, cualquier cuestión que abordemos tiene que estar en ese marco constitucional”, declaró en una entrevista en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser al ser interrogada por esas dos exigencias.

También la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, ha dicho este martes ante la petición de Junts de un referéndum y una amnistía para apoyar una investidura de Pedro Sánchez que en Cataluña y en España “solo cabe el marco constitucional”, y es algo que “ha gustado” a los catalanes el 23J.

El PSOE ralentiza el proceso

La ministra Montero además alejó en el tiempo las negociaciones para lograr la reelección de Sánchez como jefe del Ejecutivo porque, dijo, que “ahora la prioridad es la constitución de las Cortes Generales el 17 de agosto”, y que los contactos deben centrarse en la composición de la Mesa del Congreso de los Diputados, que reconoció que el PSOE quiere seguir presidiendo.

Montero no fue la única dirigente socialista que evidenció que el PSOE quiere frenar de momento las negociaciones para la investidura de Sánchez. La ministra y portavoz en funciones ha trasladado que no hay ninguna prisa para negociar una investidura de Sánchez, ya que “la democracia tiene sus plazos e hitos” y ha señalado que lo que corresponde ahora es finalizar el recuento del voto CERA (residentes ausentes en el exterior), que los diputados recojan sus credenciales y constituir las Cortes.

Pese a demorarlo, María Jesús Montero no ocultó que la voluntad del PSOE de negociar una investidura de Sánchez, para lo que ha pedido “discreción”.

“Para llevar una negociación a buen puerto necesitamos tener discreción. Seguiremos hablando como siempre con todos aquellos que quieran seguir desarrollando un proyecto de país donde prime la mayoría social, el interés general”, declaró.

En eso sí que coinciden con Borràs, quien también opinó este martes que hace falta “discreción” para poder progresar en unas negociaciones “de alto nivel como estas”, también si se producen esas conversaciones con Sumar. “Los acercamientos o contactos deberán producirse fuera del foco mediático”.

En TV3 le preguntaron si los socialistas se han puesto en contacto con ellos, Borràs limitó el momento actual a “contactos poselectorales”, si bien dejó claro que “si el PSOE quiere iniciar negociaciones, sabe perfectamente por qué vía hacerlo, por qué canal y qué personas”.

Pero la discreción es prácticamente la única coincidencia, ya que incluso resulta complicado considerar a JuntsxCat un partido del bloque de izquierda.

A María Jesús Montero le preguntaron precisamente si consideraba al partido de Puigdemont un integrante del “marco progresista” que podría apoyar una investidura de Sánchez, a lo que la también ministra de Hacienda en funciones contestó que quien tiene que responder a ello es Junts, a la que no ha querido calificar.

No sería la primera vez

Borràs fue algo más clara. Recordó que su partido ya ha dicho dos veces que no a la investidura de Sánchez en otras legislaturas e incluso asumiendo que eso suponga la repetición de las elecciones, algo que también ha ocurrido en el pasado.

“Hace unas semanas se decía que Puigdemont es una anécdota”, dijo Borràs en alusión a las palabras de Sánchez. “Pues resulta que ahora no lo es tanto. Puigdemont es el presidente legítimo del país y está exiliado por una actitud antidemocrática del Estado. La resolución del conflicto político querrá decir resolver la situación que no se ha querido abordar hasta ahora o se ha hecho tangencialmente”, reafirmó la presidenta de Junts.

Eludió contestar si entre los contactos con el PSOE para explorar un acuerdo de investidura debería incluirse una reunión en Waterloo, la localidad de Bélgica en la que reside el ex president catalán, entre Sánchez y Puigdemont: “No hemos hablado de estas cuestiones ahora. Si se producen acercamientos se harán con máxima discreción, pero todo lo que se ha querido negar hasta ahora deberá ser abordado”.

La lógica de las exigencias de JuntsxCat no es enmarcable sólo en el contexto político nacional, sino que no puede verse sin pensar en el de Cataluña, donde hay un larvado enfrentamiento con ERC que incluso provocó que su partido saliese del Govern.

Precisamente por ello, Borràs incidió en que “el momento es clave porque el independentismo y Junts es quien puede dar la gobernabilidad al Estado”, así que emplazó a ERC a “acercar posiciones y unir fuerzas”, que se podría traducir, recalcó, en la constitución de un “grupo independentista” conjunto en el Congreso de los Diputados.

Ni los republicanos ni Junts cumplen por separado los requisitos para tener grupo propio en la Cámara Baja (tener 15 diputados, obtener al menos cinco escaños y el 5% de los votos en las elecciones en toda España o el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en las que ha presentado candidatura), aunque unidos podrían intentarlo.

Feijóo insiste

Mientras la investidura de Sánchez se complica, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, insiste en intentar la suya, pese a que la falta de apoyos la hace inviable.

Tanto el PNV, como ya se informó ayer, como Coalición Canaria tienen claro que no participarían en un pacto de investidura que incluya a Vox.

Pese a esta evidencia numérica, Feijóo dijo este martes en Santiago de Compostela que considera una “conclusión precipitada” asumir que no formará gobierno, y sostuvo que UNP y CC “están en la mejor disposición” de dialogar, obviando que el partido canario ha dicho literalmente que, “como el PNV, con Vox no vamos a ninguna parte”, en palabras de la diputada Cristina Valida.

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