guillermo del valle | abogado y director de El Jacobino

"La relación entre izquierdas y nacionalismos periféricos es herencia franquista"

Guillermo del Valle.

Guillermo del Valle. / D.S.

LA TOMA A TIERRA. Abogado procesalista, Guillermo del Valle (Madrid, 1989) es la cara visible de la plataforma El Jacobino:“Otra izquierda, sí –responde–. No pretendemos descubrir nada ni dar lecciones, pero digamos que nuestra base es que las identidades pertenecen al ámbito privado y pueden ser plurales y cambiantes, pero los derechos económicos y sociales son de todos”. Piensa que hay muchos que se encuentran resignados ante el actual abandono de toma a tierra de las izquierdas: “Yo no quiero que ante un Filomena haya vecinos con muy buena voluntad y una pala: quiero servicios públicos remunerados”, añade. Para entender este vacío, y para explicarse, ha escrito La izquierda traicionada (Península).

–Escribe 'La izquierda traicionada' ante el retroceso que, entiende, hemos vivido al respecto: proclamas como las de UCD serían hoy día "socialcomunismo".

–Las cosas nunca tienen una sola causa, así que hay que tener en cuenta el contexto geopolítico del momento, el peso de la clase obrera... Así, es posible que se den casos como el del IRPF, cuya concepción y desarrollo es un ejemplo muy claro del naufragio y abandono de políticas realmente de izquierda en este país. Digamos que, desde finales de los 70, se han dado dos dinámicas. Por un lado, la transformación de la socialdemocracia en la llamada tercera vía (con Zapatero como figura pop y referente moral cuando tiene sobre sus hombros una reforma laboral como la de 2010). Y, por otro, el fracaso de modelo histórico de izquierda. 

–En esa deriva, parecen haber desaparecido del debate público cuestiones como la OTAN, o el papel de la UE.

–No estoy descubriendo el Mediterráneo al decir que, después de episodios como la crisis de 2008, hay que cambiar algo en la estructura europea. Lo raro es que nadie, excepto los extremistas tipo Verdaderos Finlandeses y tal, lo digan. Creo que ahora mismo, Europa presenta un contexto de desigualdad: yo no soy antieuropeo, pero quiero una Europa social y democrática. Una idea muy simple que no le escucho a casi nadie, por ejemplo, es hacer un espacio fiscal integrado, ya que tenemos una moneda común. No me valen esos fondos de cohesión o de recuperación, sino presupuestos serios para un equilibrio norte-sur.

–Lo del espacio fiscal integrado... Bueno, desde la izquierda oficial se critican las mangas anchas de Ayuso con las rentas altas, pero parece que los privilegios fiscales de otras comunidades no existen.

–Para reivindicar un cambio de política profundo hay que hacer los deberes en casa: cuanto más descentralizado un sistema fiscal, la dinámica a la baja es mayor. Es la descentralización competitiva la que permite estas actuaciones. Y si territorios históricamente castigados, como Murcia o Andalucía, piensan que atraerían al capital como vascos y catalanes, están muy equivocados, porque no tienen las mismas condiciones.

"El posmodernismo ha virado del relativismo absoluto al dogmatismo radical"

–Carlismo e izquierda, ese imposible. Se puede llegar a entender por aquello del ‘enemigo de mi enemigo’... Pero han pasado ya más años de democracia que de dictadura.

–Es que el ejercicio de memoria democrática debería hacerse al completo y exhumar al franquismo del todo. Y esta relación entre los nacionalismos periféricos de la alta burguesía y la izquierda es, precisamente, una de las herencias más visibles del franquismo: de hecho, lo que se hace siguiendo esta línea es un homenaje póstumo al franquismo. Ya no hablemos de que la vieja reacción carlista hizo que se mantuvieran algunas provincias rebeldes en la guerra, así que el cacao conceptual es grande. El 90% de los alcaldes franquistas pasaron a formar parte de Convergencia sin pestañear, una red que se había beneficiado del proteccionismo industrial en detrimento de las regiones del sur. Pero todo eso parece que no tiene peso frente al enfrentamiento con lo nacional-español y, a resultas, la izquierda en España no puede defender la igualdad. Parece que fuera el peaje a pagar.

-Dedica varias páginas del libro a decir en El Jacobino no son rojipardos. ¿Cuántas veces lo ha escuchado?

–Rojipardo es un hombre de paja. No se puede hacer un cajón de sastre. ¿Estamos en El Jacobino por la España foral? No, tenemos un concepto laico de la ciudadanía que no tiene que ver nada con un nacionalcatólico. Cuando digo que estoy en contra de la pretendida fluidez vital, por ejemplo, de la que habla el fundador de Globo, no es que esté haciendo una reivindicación de la familia tradicional del Opus Dei, sino que creo que la gente tiene que tener algún tipo de certidumbre material.

–En el otro extremo, tenemos otro insulto: posmo, que muchas veces se utiliza sin saber qué es.

-También en lo antiposmoderno hay una caricatura. El posmodernismo supone una quiebra con la tradición materialista de la izquierda y con el racionalismo al ver que estos también tenían fallos. Por supuesto, había discursos ilustrados con sesgo racista, etnocentrista, patriarcal. Pero lo que tienen es eso, fallas: lo que no se puede hacer es sustituir la razón, los principios democráticos y el socialismo por una serie de discursos acientíficos, con políticas identitarias de cancelación por todos lados. Digamos que el posmodernismo ha terminado dando un giro completo: del relativismo absoluto al dogmatismo radical.

-El sentimiento como todo da paso a chantajes emocionales y disonancias cognitivas varias, como cualquier adulto con niños te puede decir.

–Es que se pierde el sentido del bien común. El racismo y la xenofobia también son sentimientos. Negar la realidad supone una ruptura con los ejes racionales y materiales en los que se supone quieres actuar: si lo conviertes todo en un constructo, pues ya me dirás cómo. Hay una especie de seducción por las religiones como elemento emancipador. Ciertas actitudes supuestamente antiracistas son lo más racista del mundo. El laicismo parece un concepto abandonado al 100% por la izquierda oficial, que considera que lo emancipador es igual a la exención fiscal a todos los credos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios