Iberdrola logró entre enero y junio un beneficio neto de 2.521 millones de euros, un 28,2% más, gracias a las inversiones en redes y renovables, la recuperación de las tarifas reguladas en Reino Unido y la normalización de la producción y la mejora de precios en la UE.

Según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su ebitda creció un 17,3% hasta 7.561 millones de euros, y las inversiones aumentaron un 8% -en el último año- hasta situarse en 10.544 millones de euros.

De ellas, un 93% corresponden a redes (5.061 millones de euros) y renovables (4.745 millones).

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, destaca que Iberdrola aspira a alcanzar una base de activos de redes de 40.000 millones de euros y 41.250 Mw renovables instalados.

La compañía prevé un incremento del beneficio neto cercano al 10% para el cierre del ejercicio, excluyendo cualquier plusvalía adicional por rotación de activos.

Entre los hechos más destacados del periodo destaca el incremento del 21% del flujo de caja hasta 5.731 millones de euros en sólo 6 meses; excluyendo el cobro del canon hidroeléctrico.

Asimismo, Iberdrola constata la mejora de las ratios de solidez financiera y la liquidez, que se sitúa en 20.300 millones de euros, cubriendo 21 meses sin necesidad de nueva financiación tras emitir 3.400 millones de nueva financiación verde.

Por lo que respecta al dividendo, aumentó un 11,6% hasta situarse en 0,501 euros por acción, lo que supone que se ha alcanzado el suelo previsto para 2025 con dos años de adelanto.

Todo ello ha permitido avanzar en el plan estratégico 2023-2025, y la base de activos de redes creció un 10% en los últimos 12 meses, hasta los 40.000 millones de euros.

También se ha incrementado la capacidad instalada, y la potencia renovable alcanzó 41.250 MW tras incorporar 2.500 MW en el último año; además, Iberdrola cuenta con 7.100 MW en construcción, que supondrán una inversión de 12.000 millones.

En 2023, la compañía cuenta con 135.000 GWh vendidos a través de PPAs a través de mecanismos regulados y con clientes industriales (70 % del total, con plazo medio de 12 años) y domésticos (30 % con un plazo medio de 2 a 3 años).

Iberdrola, señala la nota, se encuentra muy bien posicionada ante la propuesta de reforma del diseño de mercado europeo, que apuesta por más mercado y más contratación a largo plazo.

El plan de rotación de activos se ha completado, con la firma del contrato de compraventa de cerca del 60 % de su negocio en México y nuevas alianzas de coinversión con empresas como Qatar Investment Authority, Norges Bank, GIC, Mapfre, CIP, Crédit Agricole, Energy Infrastructure Partners, Shell o BP.

Las emisiones propias totales de CO2 en Europa se han reducido hasta 36 gr/kWh, cuatro veces menos que la media de los competidores de la UE.

Respecto a la evolución de la demanda y la producción eléctrica del periodo en las principales zonas de actividad, Iberdrola indica que el balance energético del sistema peninsular español en el primer semestre de 2023 se ha caracteriza por el incremento de la producción hidroeléctrica (38 %), eólica (6%) y solar fotovoltaica (31%) respecto al mismo periodo del año anterior.

Por el contrario, ha bajado la nuclear (2%), los ciclos combinados de gas natural (31%) y el carbón (52%).

La demanda eléctrica se redujo un 4,6 % respecto al año anterior, siendo la disminución del 4,1% en términos ajustados por laboralidad y temperatura.