El Partido Popular (PP) mantendrá el impuesto extraordiario a la banca hasta el año 2024. Así lo confirmó el responsable económico del PP, Juan Bravo, en el seminario de la UIMP y la APIE, en el que descartó su derogación en el caso de que su partido gobierne tras las elecciones del 23 de julio. Bravo coincidió con la ministra Calviño en esperar hasta 2024 para evaluar su impacto y tomar una decisión al respecto.

“Es más interesante cambiarlo”, afirmó Bravo.

Respecto a la propuesta de la Asociación Española de Banca (AEB) de crear un fondo, de las propias entidades bancarias, para ayudar a las familias más afectadas por la subida de las hipotecas, el todavía parlamentario andaluz popular dijo que "recogen el guante".

Y es que el PP no está por mantener el impuesto tal y como está, porque, según dijo, la formulación actual ha servido para que el Gobierno haya recaudado más, pero sin que esa recaudación se haya traducido en ayudas para familias que más han sufrido las consecuencias de los incrementos de los tipos de interés.

En el caso del impuesto a las grandes fortunas, la apuesta del PP es "devolver" las competencias de esta tasa a las autonomías.

Bravo fue mucho menos optimista de lo que Calviño había sido por la mañana en la misma sala al repasar el momento económico español. “La situación no es tan buena como transmite el Gobierno", dijo Bravo, que a renglón seguido arguyó que la inflación sigue siendo elevada, el paro sigue por encima de la media europea, el poder adquisitivo "ha caído un 5,1 % desde 2019" y la deuda se sitúa en el 113 % del PIB.

Un dato para poner en sus justo término las cifras que esgrime el Gobierno es que, sostuvo Bravo, "nadie ha tenido cinco años sin reglas fiscales y más de 200.000 millones para transformar el país", en referencia a la financiación europea, y criticó además que “esa transformación no se ha producido por el incorrecto uso de los fondos europeos del Plan de Recuperación”.

Bravo también se ha referido al mercado laboral al mencionar un desajuste entre la demanda y oferta de trabajadores y ha asegurado que hay "un millón de puestos de trabajo sin cubrir" en sectores como la hostelería.

El exconsejero de Hacienda de la Junta de Andalucía ha esbozado las líneas principales de la propuesta económica del PP, entre las que ha destacado la reducción del gasto político "superfluo", una reforma de la Administración Pública, la "reducción de las trabas administrativas" y las políticas de impulso del crecimiento a través de una mayor productividad, competitividad y formación.