La vieja guardia, al rescate

Un grupo de antiguos directivos del Algeciras Club de Fútbol se erigieron ayer en junta gestora, con carácter indefinido, para tratar de solventar la situación por la que pasa el club. La entidad se tratará de acoger a la ley concursal para evitar la desaparición y afrontará la próxima campaña en Primera Andaluza. Los socios, que acudieron en un número superior a doscientos, estuvieron a la altura de las circunstancias y evitaron que la asamblea se convirtiera en un caos sin sentido, como es habitual. Los aficionados animaron a los miembros de la gestora a olvidar viejas rencillas y luchar por que el club albirrojo pueda seguir escribiendo su casi centenaria historia. De hecho, se votó la posible desaparición del club, pero una abrumadora mayoría decidió seguir adelante con la opción de la ley concursal, propuesta por Nacho Castro y Salvador Triano.

Fundamental fue la aparición del socio Carlos Pérez, que instó a la vieja guardia a tomar cartas en el asunto y ponerse al frente del club. Bernardo Martín, Enrique Mejías, Diego Castañeda, Salvador Triano, Nacho Castro, Santiago Mejías, Pepe Escudero, Domingo García Campillo y Rosendo Arias se unieron, instados por Pérez, a la gestora que formaron en un principio Manuel González, Christian Ortiz, José Manuel Álvarez, Juan Cepeda y Montse Castella, la esposa de Carles Rebull. Ambos asistieron a la asamblea acompañados de su hija pequeña para conocer de primera mano la situación del club.

La nueva gestora tendrá su primera reunión el lunes a las 20:00 horas en el estadio Nuevo Mirador para comenzar a trabajar de cara al futuro inmediato. Los primeros pasos están claros: Preparar los trámites para acogerse a la ley concursal y confeccionar el equipo para la temporada, que comienza el 7 de septiembre.

En el primero de los asuntos, los nuevos gestores provisionales tendrán tiempo para preparar los trámites, ya que, según explicó Nacho Castro, para acogerse a la famosa ley concursal hay que acudir al Juzgado de lo Mercantil, que no funciona en agosto. Por tanto, los mandatarios podrán estudiar al detalle el asunto.

En el caso de la plantilla, el jugador más veterano del equipo, Lolo Hernández tomó la palabra para solicitar a los socios la carta de libertad, ya que entienden que no entran en el proyecto para Primera Andaluza. Los futbolistas que han cobrado por adelantado se mostraron dispuestos a devolver el dinero para obtener la baja. En principio se acordó que Pepe Turrillo, que como empleado del club colaborará con la gestora, sea el encargado de la negociación con la plantilla. Turrillo anunció que los jugadores de fuera no tendrán problemas para obtener la carta de libertad, pero adelantó que los jugadores de la casa son patrimonio del club y no se les dejará ir. Los integrantes de las categorías inferiores leyeron un manifiesto en el que recordaron que forman parte del club y que se cuente con ellos.

En cuanto a la anterior directiva, el presidente, Manuel Pascual, presentó su dimisión irrevocable, pero en lo que se refiere a la opción de querellarse contra Miguel Ángel Verdejo, los socios entendieron que era el momento de plantearse el futuro del club más que de remover antiguos fantasmas, por lo que la opción quedó pospuesta a la espera de que la futura directiva que rija el club decida qué hacer al respecto. La incapacidad de los anteriores gestores quedó patente al comienzo de la asamblea, cuando, después de dimitir Pascual, el acto quedó paralizado a la espera de que se presentase una junta gestora. Tras muchos titubeos, Montse Castella fue la primera en dar el paso. La nueva gestora trabajará con carácter indefinido hasta estabilizar la situación del club. Posteriormente se dará paso a un nuevo proceso electoral.