"Me retiro con ilusión, no machacado físicamente"

Carlos Sastre (Leganés, 22 de abril de 1975), uno de los siete ganadores españoles del Tour de Francia, asegura que deja el ciclismo "con ilusión" y "no machacado físicamente", tras 14 años de profesional en los que le hubiese gustado ganar la Vuelta Ciclista a España o el Giro de Italia.

Sastre abandonó la práctica del ciclismo profesional el pasado 29 de octubre durante el Oviedo Global Cycling, donde estuvo acompañado por su hijo mientras sus compañeros le hacían un pasillo con sus bicicletas.

Según comentó, en ese momento se sentía feliz, después de haber acumulado numerosas experiencias que le sirvieron en su carrera. "Todo lo vivido me forjó como ciclista y me sirvió para tener la capacidad de ganar. Esas experiencias me han ayudado a conseguir lo que he logrado, que es sentirme feliz con mi carrera deportiva, porque llegué con ilusión y dejo el ciclismo con ilusión, no lo dejo machacado físicamente", añadió.

Ahora pretende tomarse una temporada de descanso para estar con su familia y comenzar una nueva etapa, si bien afirma no tener prisa en tomar decisiones. Eso sí, desea seguir vinculado al ciclismo: "No tengo aún claro de qué forma quiero encarar ahora mi futuro, pero quiero conocerlo todo para así saber qué es lo que me llama la atención de verdad y qué es lo que más voy a echar de menos".

De hecho, su padre creó la escuela de ciclismo Fundación Deportiva Víctor Sastre, en la que se formó en El Barraco en Ávila, mientras que su cuñado José María Jiménez, Chava, lo marcó deportivamente.

La muerte del abulense en diciembre de 2003 fue el punto de inflexión en su carrera: "Me marcó a nivel personal y deportivo, ya que era casi un modelo a seguir, la persona a la que quería imitar. Era un ídolo, como Induráin o Perico lo fueron en mi infancia".

El triunfo en la ronda gala era uno de sus sueños cuando era pequeño y, aunque sabía que era muy difícil, lo ganó en 2008, imponiéndose en una etapa soberbia que culminó con la escalada en solitario a la mítica cima de Alpe d'Huez. "Ahí hice realidad ese sueño que para mí era muy importante", explica, después de reconocer que le hubiese gustado también ganar la Vuelta a España y el Giro de Italia. "Lo intenté con todas mis fuerzas, pero no pudo ser, no se dieron las circunstancias adecuadas y quizás es la espina con la que me retiro", afirma sobre estas carreras en las que, sin embargo, consiguió varios podios a mediados de la pasada década.

Tras pasar por la ONCE, CSC-Tíscali, Cervélo y Team Geox, Carlos Sastre destaca el hecho de que han sido los equipos los que le han llamado para contratarlo y no al contrario, algo que supone una satisfacción.

Preguntado por si se siente reconocido social y deportivamente por su trayectoria deportiva, Sastre dice sentirse feliz consigo mismo y traslada esa cuestión a los demás, porque desconoce si eso es así: "Es algo que no depende de mí y que no puedo controlar".

Respecto a su futuro, expresa su deseo de seguir vinculado al ciclismo. "No tengo aún claro de qué manera quiero seguir, pero no tengo prisa ya que esto es mi pasión", afirma.

Según desvela, en 2012 se estrenará como patrocinador con la fundación de ciclismo que abandera su progenitor, de manera que su empresa Smilekers -boutique que vende productos deportivos por internet- tratará de unir la labor social con la deportiva y de promoción de los futuros ciclistas.

En este sentido, auguró un buen relevo generacional para un ciclismo español en el que ha destacado figuras como Alberto Contador, Samuel Sánchez o Alejandro Valverde, entre otros, si bien no le pone fecha: "No se cuánto tiempo va a tardar en llegar, pero tengo claro que el relevo llegará".