Una medalla sin color

Los españoles Iker Martínez y Xabier Fernández tendrán que esperar hasta hoy para conocer el color de la medalla que han ganado en la competición de la clase 49er, toda vez que el jurado internacional aplazó su decisión sobre la posible descalificación del equipo danés, en principio ganador del oro.

El jurado internacional decidió solicitar a los medidores de la clase 49er un certificado en el que valoren la idoneidad del cambio de barco realizado por los daneses. Una vez que reciban el informe, que no es vinculante, decidirán sobre la descalificación.

Iker y Xabier, que se impusieron en una regata por las medallas no apta para corazones débiles, lo que les aseguraba la medalla de plata, presentaron en el agua una reclamación ante el Comité de Regatas al comprobar que la pareja danesa no estaba navegando con su barco, sino que lo hacía con el croata.

Jonas Warrer y Martin Ibsen cometieron un fallo casi de principiantes. Con un campo de regatas complicado, con vientos de hasta 22 nudos y ola, no tuvieron otra ocurrencia que ponerse a entrenar antes del inicio de la prueba definitiva. Con el spi izado, una racha de viento volcó su embarcación, lo que tuvo consecuencias nefastas para su palo, que se partió. Volvieron a tierra, intentaron cambiar el mástil y al darse cuenta de que no les daba tiempo decidieron, a la desesperada, pedir prestado el barco a sus amigos del equipo croata.

Así salieron a navegar. Con barco y velas con la bandera de Croacia y su equipación personal danesa ante la incredulidad del resto de los participantes.

La prueba en sí fue una auténtica locura. El que más o el que menos volcó, por lo que la regata se convirtió casi en una lucha por llegar sanos y salvos al final. Los españoles fueron los primeros en hacerlo, en su ceñida inicial, accidente que repitieron en el siguiente rumbo, la empopada, pero consiguieron recuperarse y aprovechando que los demás rivales también pasaron por el agua se situaron terceros.

Los últimos metros de la prueba fueron especialmente intensos. Italianos y australianos volaban hacia la línea de llegada ya viéndose en el podio cuando los primeros, que hasta ese momento se habían salvado de la debacle, se fueron a buscar medusas al Mar Amarillo. Después les siguieron los australianos cuando ya se veían vencedores, y entre medias apareció de repente, entre una cortina de agua, una bandera española. Iker y Xabier habían hecho lo que parecía imposible: ganar.

En clase Finn, Rafael Trujillo se quedó a las puertas del diploma. Hizo cuanto pudo en la regata por las medallas de su clase, en la que acabó tercero tras el danés Jonas Hoegh Christensen y del británico Ben Ainslie, vencedor de la manga y medalla de oro. Finalizó noveno a tan sólo cuatro puntos del diploma. El oro fue para el británico Ben Ainslie, la plata para el estadounidense Zach Railey y el bronce para el francés Guillaume Florent.

El linense aseguró que si las condiciones hubieran sido otra durante algún día más, hubiera terminado más arriba. "Yo siempre digo que el trabajo es más importante que la suerte, pero en esta ocasión si hubiéramos tenido unas condiciones mejores estoy seguro de que hubiera estado más arriba, no sé si para una medalla, pero sí para un diploma, eso segurísimo", afirmó.

"Estoy defraudado con mi actuación porque mis aspiraciones aquí con vientos de seis nudos eran muy difíciles. Pese a todo, estoy contento de haber acabado así y motivado y con ganas de venganza".

En cuanto a sus planes de futuro, Trujillo indicó. "Antes de estos Juegos mi idea era hacerlo bien, el plan idílico era hacerlo mucho mejor de lo que he hecho y saltar a Star, pero he hecho números y el presupuesto para esa clase es de 200.000 euros al año y si no encuentro patrocinador para el Finn no lo voy a encontrar con el Star".

En Tornado Fernando Echávarri y Antón Paz también tuvieron su ración de emoción durante la cuarta regata de su clases. Primero una medusa dio contra uno de los apéndices de su barco, por lo que perdieron tiempo hasta volver a situarlo en su sitio. Cuando iban en plena remontada se unieron a la moda y volcaron, por lo que de nuevo tuvieron que ponerse a remontar para finalizar cuartos, puesto que visto lo visto es casi una victoria. Siguen de líderes en la clasificación general.

En las tablas a vela RS:X hubo suerte diversa para Iván Pastor y Marina Alabáu en las dos mangas que pudieron disputar en este día pasado por agua.

El regatista de Santa Pola finalizó noveno una manga en la que no terminó de adaptarse, navegando en posiciones intermedias gran parte de la prueba, tan solo al final pudo subir puestos. En la segunda todo fue mucho mejor. En principio siguió la estela del holandés Casper Bouman, a la postre vencedor de las dos regatas, tras el que pasó la primera y segunda baliza, pero luego fue superado por el brasileño Ricardo Santos y por el francés Julien Bontemps. Tras siete regatas es duodécimo, mientras que el neozelandés Tom Ashey lidera la general.

En la categoría femenina, la sevillana Marina Alabáu no estuvo especialmente inspirada en las dos mangas que disputó. En la primera fue undécima y nunca llegó a bajar de esa posición, mientras que en la segunda, en medio de un fuerte aguacero y con vientos de hasta 22 nudos, llegó tercera a la primera baliza, pero poco después perdió posiciones hasta quedar novena. En el último tramo logró, finalmente, recuperar un puesto. Tras estas dos regatas ha bajado un puesto en la general, pasando a ser cuarta. La china Jian Yin sigue líder.

En Laser al español Javier Hernández le fue ensañada una bandera negra que significó su descalificación por reiterados fuera de línea, lo que le deja en el decimoquinto puesto de la general que lidera el británico Paul Goodison.

En el Laser Radial Susana Romero terminó vigésimo primera en una prueba en la que la visibilidad cayó en picado por el fuerte aguacero. Comenzó con buenas expectativas al cruzar la primera marca decimoquinta, pero poco a poco fue perdiendo fuerzas. En la general es vigésima, mientras que la lituana Gintare Volungeviciute es líder.

La clase Yngling pudo finalmente disputar su regata por las medallas que no movió las posiciones de la general. El equipo británico formado por Sarah Ayton, Sarah Webb y Pippa Wilson se colgó el oro.