Su majestad Ayala

El Rey Emérito, Juan Carlos I de Borbón, entregó ayer la Copa de Oro al Ayala, que venció en la final de este trofeo de alto hándicap a La Indiana por un contundente 13-8 que supo fraguar desde el inicio de la final disputada en Santa María Polo Club, en Sotogrande, San Roque.

La lluvia que se dejó entrever durante toda la mañana no fue ni mucho menos óbice para que más de un millar de asistentes disfrutaran del mejor polo nacional. Tampoco el viento de levante y el calor consiguieron ensombrecer una fiesta que cada año congrega más aficionados en las instalaciones sanroqueñas del Santa María Polo Club.

Ayala no dejó tregua a su rival en ningún momento de la final. El conjunto compuesto por Íñigo Zóbel, Gregorio Gelosi, Santi Laborde y Facundo Pieres dominó de cabo a rabo un partido, cuyo primer chukker cerró con un parcial de ventaja de tres tantos.

La Indiana, equipo capitaneado por el estadounidense Michael Bickford, no bajó los brazos y tiró de garra y fe. Pese a ello, el buen juego colectivo de Ayala al alimón con la brillante actuación de Facundo Pieres no le dieron opción alguna.

La Indiana, a la postre, se resignó a no tirar la toalla en un encuentro que ya era más que complicado levantar.

Sin sorpresas en los últimos compases de partido, Ayala certificó sobre el césped el título que lo acredita como campeón de la Copa de Oro del Santa María, diez años después de su última conquista.

Iñigo Zóbel se mostró emocionado al término del encuentro. El patrón se retira del alto hándicap con la Copa de Oro bajo el brazo. "Es un título muy especial para mí. Estoy muy feliz de haber ganado la Copa de Oro. Desde el 2007 que no la ganábamos, estuvimos en cuatro finales y finalmente se nos dio este año. Lo especial de esta consagración es que éste es mi último año jugando el alto hándicap. Hoy [por ayer] el equipo respondió en gran forma, jugó como tal, creo que fue la clave a lo largo de la temporada, donde tuvimos una actuación muy destacada ganando dos de los tres trofeos que se pusieron en juego", declaró.

La cara más destacada de la final vivió un partido inolvidable. Facundo Pieres adujo la concentración como clave del éxito de su equipo. "Jugamos muy bien. Teníamos un buen plan de juego y sabíamos lo que teníamos que hacer. Iniciamos el partido muy enchufados y eso fue clave para el rendimiento del equipo y para no darle oportunidas al rival de meterse en el partido. En algún encuentro de la temporada nos relajamos, pero hoy sabíamos que teníamos que mantener la concentración de principio a fin y eso hicimos", afirmó el polista.

Antes de hacer balance de lo que para él supone, Pieres quiso destacar el sabor que deja la Copa de Oro en su capitán Zóbel. "El año pasado cuando Iñigo (Zóbel) me llamó para jugar con él me dijo que iba a jugar dos años y que luego pensaba retirarse del alto hándicap. Decía que tenía muchas ganas de ganar la Copa de Oro. Sabíamos que era muy importante para él y lógicamente para nosotros, porque es una copa muy importante, para cualquier polista".

Pieres añadió que "en lo personal terminar una temporada así, con una Copa de Oro y las distinciones especiales, es muy lindo. Lo importante es el equipo: la actitud y el esfuerzo de todos". El polista argentino quiso agradecer el trabajo de petiseros, veterinarios y de todo el conjunto. "Este trofeo es de todos ellos también", dijo.

El éxito que Ayala Polo festejó una vez finalizado el encuentro fue acorde al ambiente que en las gradas de la cancha Los Pinos se vivió durante toda la jornada.

Los asistentes aprovecharon los descansos del encuentro para pasear por las zonas de ocio e incluso para hacer algunas compras. Todo tuvo cabida. Hasta alguna que otra fotografía con algunas de las muchas caras conocidas presentes ayer en el cierre de la bocha en Sotogrande.

Nadie quiso perderse el espectáculo del polo galáctico de España. La Copa de Oro del Santa María Polo Club es el único grand slam del país y uno de los más importantes del mundo junto a los abiertos de Estados Unidos Y Reino Unido, además de los torneos profesionales de Argentina. Ahora toca esperar el próximo verano.