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Del cielo al infierno en siete minutos (0-3)

Un penalti fallado por Mario desencadena un tramo nefasto en el que el Algeciras desaparece y que permite al Sevilla Atlético sentenciar graciasa una enorme pegada. El equipo deja de estar invicto en el Nuevo Mirador

Del cielo al infierno en siete minutos (0-3)
Francis Mena

11 de diciembre 2013 - 05:34

Jarro de agua helada, baño de realidad, golpazo desde la gloria a la dura tierra, una maldita resaca. El Algeciras Club de Fútbol perdió ayer por derecho en su hasta entonces invicto estadio ante un pegador Sevilla Atlético que no sabía lo que era vencer a domicilio y que sólo había marcado un gol fuera de casa. El resultado es reflejo de siete minutos calamitosos, de desaparición total del equipo, el tramo de tiempo que va desde el 35 al 42, en los que el filial sevillista hizo tres goles y finiquitó un partido olvidar. No es casualidad que esos minutos llegasen después de fallar el albirrojo Mario un penalti que pudo cambiar el partido, de hecho lo cambió, pero en contra de los intereses de un cuadro de Manolo Sanlúcar que no debe repetir lo de ayer.

El resultado es demasiado abultado porque en el cómputo general el Algeciras no ha estado mal pero el ataque sevillista con Rubio, Carlos Fernández y Cotán es de muchos quilates, al menos lo fue anoche, y aprovechó ese tiempo en el que los locales estuvieron lentos, llegaron tarde a todo, perdieron totalmente el centro del campo y fueron un coladero en las bandas. Antes de eso, los locales fueron mejores y pudieron adelantarse pero perdonaron las de cada jornadas. Después de eso, poca historia. Honra a los jugadores que no tiraron la toalla casi en ningún momento pero todo era más orgullo herido que acierto.

A muchos les puede costar creer que esos mismos jugadores que el viernes dieron una de mas mayores satisfacciones de su historia reciente a la afición tras empatar y poder ganar a toda una Real Sociedad, ayer ofrecieran esa imagen pero el fútbol tiene estas cosas. Por eso es grande, porque un día te convierte en un Dios y a los pocos días te arrastra al mismo infierno. Por suerte para el Algeciras, lo del averno es sólo una metáfora porque tiene un colchón de punto de nueve puntos sobre el descenso aunque está a siete de la promoción. Pero ojo, que todo se acaba y los del Nuevo Mirador llevan cuatro jornadas sin ganar.

El partido tiene un análisis fácil, el único misterio es ¿por qué los albirrojos han tenido esos minutos tan malos? ¿Cansancio acumulado?

En la primera media hora el Algeciras demostraba que sabía lo que se jugaba y se fue a intentar hacer daño pronto. La presión, no muy intensa pero sí posicional en los tres cuartos de campo albirroja, obligó a los de Sanlúcar a jugar largo aunque siempre controlando.

Javi Fernández, ayer titular, cruzó demasiado un disparo en el 14’. Sergio Rico hizo un paradón de tremendo mérito, abajo, tras un buen cabezazo de Parada. Minuto 16. Y en el 18’, el fallo grave de todas las semanas. El protagonista fue Mario que tras una buena jugada no se creyó con lo que se encontró en el área chica y fue incapaz de mandar el balón entre los tres palos a centímetros de la portería.

Ya se sabe lo que se dice del que perdona.

El dominio cambió de mano o, al menos, se hizo más difuso y el Sevilla Atlético estaba en sus mejores minutos hasta entonces.

Y entonces, llegó el penalti. Fue claro porque Garrido se fue al suelo y el centro le dio en la mano. No lo tiró mal Mario, a media altura pero SergioRico le ganó la partida.

Entonces, llegó las minutos de la tragedia. Mentalmente afectó a un Algeciras cansado y el Sevilla, que se vio muerto, aprovechó la empanada para hacer un primer gol de Rubio tras una gran jugada de Cotán. 1-0, en el 35’. Ahora fue Cotán el que aprovechó un rechace para marcarse un golazo. 0-2, en el 41’. Johny mató el partido en otro desajuste generalizado. 0-3, en el 42’.

El Algeciras salió en la segunda parte a maquillar aquel desastre. Parece osado decirlo pero si era capaz de marcar muy pronto podría poner nervioso a un rival con una tremenda calidad pero que al que podría entrarle la duda. Los albirrojos tuvieron ocasiones pero arriba sigue necesitando demasiadas ocasiones para meter un gol.

Alfaro tuvo una ocasión pero lanzó desviado. Javi Fernández, más activo que acertado, marró otro disparo. Y alguna ocasión más llegadas siempre por las bandas. Iván y Melchor mejoraron al conjunto en ataque pero el partido había quedado visto para sentencia en aquellos minutos en el que los de Ramón Tejada hizo un buen trabajo.

Ahora toca levantarse el sábado en Cartagena, tal vez no sea el mejor lugar pero es lo que tiene no hacer los deberes en casa.

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