Salvado el ejercicio 2022/23 con la permanencia deportiva en la Primera Federación, el Algeciras CF SAD pone la proa en una temporada 2023/24 que se presenta con aires de revolución y llena de incógnitas. Este próximo mes de junio va a ser decisivo para conocer la composición de la Sociedad Anónima Deportiva que va a pilotar el nuevo proyecto. Mac Lackey y Ramón Robert van a representar el músculo americano en una institución en la que no está clara la continuidad de Félix Sancho como máximo accionista. El burgalés sopesa la venta de sus acciones aunque no se debe descartar que pueda seguir en esta fórmula a tres con la que a día de hoy se sustenta la nave del Nuevo Mirador.

¿Qué va a pasar en el Algeciras como institución? Es la gran pregunta que se hacen los algeciristas, con la gran mayoría celebrando la salvación con la boca pequeña y el miedo todavía metido en los huesos. El runrún de una posible desvinculación de Félix Sancho lleva presente desde hace tiempo en muchos entornos del algecirismo, de una afición que ha visto cómo Robert y Lackey adquieren protagonismo y mando frente a un Sancho con menos visibilidad en la ciudad, por diferentes motivos, salvo por alguna que otra rueda de prensa de relevancia, como la del pasado 17 de abril, cuando el club hizo oficial la incorporación de Lackey y Robert como accionistas junto al de Burgos. 

En la calle y en algunos sectores cercanos al Mirador dan por hecha la salida de Sancho, sin embargo, el impulsor de la SAD en el Algeciras mantiene su posición como máximo accionista ya que todavía no ha sido formalizada la entrada de Lackey y Robert por los organismos competentes, algo que debería producirse durante junio. Será en ese momento en el que se modificará la balanza real de poder económico.

La postura de Sancho, según ha podido saber este periódico, es que mantiene abierta todas las opciones, incluida la de desprenderse de todas sus acciones si llega una oferta que le convenza. Por lo pronto, esta posibilidad ya supone un cambio importante con respecto al último discurso del empresario de Burgos, que abrió la puerta a Lackey y Robert como dos motores para "empujar" en su proyecto a cuatro años para alcanzar el fútbol profesional.

Robert y Lackey, el sábado en el Nuevo Mirador.

Hay un factor que es determinante y tiene que ver con el desgaste que Sancho ha sufrido en estos dos años y pico con todos los problemas que han brotado de la bancarrota del Algeciras. El burgalés, además, siente que no se ha reconocido la labor llevada a cabo por su equipo de trabajo desde que tomó las riendas de un club que estaba al límite de colapso en la temporada 20/21, la campaña del ascenso a Primera RFEF y antes de aquel inolvidable play-off de ascenso en Extremadura. Sancho también entiende que el club ha experimentado una transformación vital en las dos últimas temporadas, eclipsada por los resultados de una andadura marcada por la irregularidad.

El de Burgos recordó en su última comparecencia que lo que iba a ser una inversión de unos 700.000 euros iba ya por encima de los tres millones de euros, después de haber solventado o encauzado problemas endémicos como la concursal, la deuda con la Tesorería e innumerables pleitos y pagos colgados. "Yo no engañé a nadie, al que engañaron fue a mí", dijo tajante Sancho el día que defendió su gestión.

Desde la incorporación el pasado agosto de Ramón Robert, primero como director general, el barcelonés se ha convertido en la cabeza visible de la gestión del Algeciras CF. Sancho siempre ha defendido que delegaba por completo en Robert, lo que a su vez le liberaba para atender sus diferentes negocios, entre los que se encuentra el San Pablo Burgos de baloncesto, que ahora disputa el play-off de ascenso a la ACB. Con la entrada en escena de Mac Lackey, amigo y socio de Robert, la influencia de estos dos nuevos accionistas se ha incrementado hasta el punto de hacer sombra a Sancho. Al burgalés no le importa (o al menos no le importaba) estar a la sombra en este sentido, aunque se haya convertido en la diana a la hora de juzgar la gestión.

Una buena parte del algecirismo asume que Félix Sancho tomará la salida del Algeciras este verano, aunque el burgalés haya mostrado otras intenciones de manera pública. La grada se queda con los gestos, sin ir más lejos, el que se escenificó en el palco del Nuevo Mirador el pasado sábado en la final contra el Castilla, con Robert y la familia Lackey al completo en la platea y sin Sancho.