El Nuevo Mirador, uno de los estadios más calientes de la Primera RFEF, se ha quedado algo frío en los dos últimos meses. Es el tiempo que lleva el Algeciras CF sin ganar en casa. Los cuatro empates consecutivos de los albirrojos han rebajado la temperatura de una afición que sigue al pie del cañón aunque, inevitablemente, se ha contagiado un poco de las sensaciones que transmite su equipo en la recta final del campeonato... con la permanencia amarrada y el premio del playoff de ascenso todavía muy vivo.

El Algeciras ha pasado por distintos momentos esta temporada en su templo, donde solo ha perdido dos veces. Un primer tramo irregular alternando más empates que victorias, una segunda parte en la que devoró todo lo que se le ponía por delante con cuatro triunfos seguidos y la racha actual de cuatro empates de sopetón, cuatro puntos de doce, un frenazo en seco como local que ha impedido a los de Ania meterse de lleno entre los cinco mejores.

Pero el pasado, pasado está y el Algeciras necesita echar el máximo combustible posible en la caldera este sábado ante el Sevilla Atlético (19:00). Cuatro finalísimas por delante y la penúltima cita en casa. Después de este encuentro, solo quedará en La Menacha la visita del Real Madrid Castilla, uno de los rivales más esperados que seguramente llegue también con opciones de luchar por el playoff.

El vestuario de Iván Ania tiene que reavivar el fuego de una afición que durante toda la campaña ha estado casi siempre por encima de cinco mil espectadores, con varios taquillazos al borde del lleno como ante el Barcelona B o en el Clásico ante la Balona y con un ambiente de animación que ha dado la vuelta por toda España como una de las hinchadas más potentes de la Primera RFEF.

Los incondicionales algeciristas no han aflojado desde que empezó la competición, pero quizás desde el partido ante el Albacete -aquel marcado por un arbitraje nefasto- las gradas y el equipo han perdido algo de chispa, de ese empuje que venía sacando las victorias adelante incluso en las tardes menos acertadas.

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Cuando lo del binomio indivisible se dice no es por gusto. Si equipo y afición están al mismo nivel se antoja muy probable que el triunfo se quede en casa. En los dos últimos meses la hinchada del Algeciras ha estado un peldañito por encima de la escuadra de Iván Ania y el cúmulo de empates han provocado ese enfriamiento generalizado que los más calientes quieren ayudar a revertir desde este mismo sábado. 

Pocos dudan de que si el Algeciras consigue los tres puntos ante el filial sevillista, la semana siguiente se producirá una auténtica invasión albirrojo a Bahía Sur para vivir el derbi provincial ante el San Fernando.

Aunque el club ha realizado alguna que otra promoción para incentivar la presencia de público en los últimos encuentros en casa, hay un sector de la afición que sí echa en falta más actividades e iniciativas para terminar de movilizar a la ciudad en un momento clave para el equipo, que tiene la oportunidad de repetir la experiencia de una fase de ascenso a Segunda.