Equilibrio. Es seguramente la palabra que más se repite entre los aficionados del Algeciras CF en cualquier tertulia sobre el momento que atraviesa el equipo de Iván Ania. Los albirrojos se están mostrando tan poderosos en un lado del campo como tan endebles en el otro. Todo el mundo lo ve. Los rivales saben lo expuesto que juega este Algeciras y lo vulnerable que puede ser a la hora de defender. El problema está detectado y el balón está ahora en el tejado del entrenador. ¿Será capaz Ania de encontrar el ansiado equilibrio?

Es la gran incógnita que planea con vistas a este próximo sábado, el día que el Algeciras volverá a la competición de la Primera Federación para visitar el estadio Santo Domingo de Alcorcón (17:00), una plaza que ha sido de plata durante más de una década.

El parón de los albirrojos el pasado fin de semana por su ausencia en la Copa del Rey ha acrecentado la expectación generada para la visita a Alcorcón. La cuestión es si el cuerpo técnico ha aprovechado esta pausa para dar con la fórmula que arregle las debilidades de un Algeciras que está siendo capaz de jugar muy buenos ratos de fútbol y que está marcando goles... tanto como los que ha encajado (15 en 11 partidos).

El foco está puesto en la defensa aunque los más críticos entienden que la carencia de equilibrio tiene que ver con todo el modelo de juego de un equipo con un marcado talante ofensivo.

Las miradas de la grada se centran en esa línea de cuatro y también en la portería. Albarrán, Jordi Figueras, Nico Van Rijn y Tomás son los que más minutos han disputado. Los dos laterales son más de atacar que de defender y tienen un impacto importante cuando los algeciristas están volcados en el área contraria. Los centrales son los dos jugadores más expuestos y ambos están sufriendo con los balones largos a las espaldas. El Deportivo, sin ir más lejos, sacó petróleo para llevarse así los tres puntos del Nuevo Mirador.

¿Alternativas? Ale Benítez aparece como una opción de recambio para cualquiera de los dos laterales. El malagueño tiene piernas para estar en los dos lados del campo como demostró en Mérida. Amoah debería estar ya recuperado de su lesión. El central fue capaz de hacerlo bien para después entrar en un bucle de dudas y errores. Es el más rápido de los defensores y probablemente el que mejor encaja en esta forma de jugar... si deja de complicarse la vida atrás con el balón. Los canteranos Curro y Natera aguardan su oportunidad. Natera ya tiene experiencia mientras que el central Curro todavía no se ha bautizado con los profesionales. Y no hay más donde elegir en una retaguardia con Admonio fuera de combate.

Roni, Mena, Elejalde y Figueras, en un entrenamiento.

Otra posibilidad es que Ania apueste por juntar algo más sus líneas, estar más arropado a partir de un centro del campo con Unai Veiga, Iván y Pepe Mena, como ya ha probado otras veces. El posible regreso de Borja Fernández podría revolucionar esa zona ancha aunque es un misterio ahora mismo saber si el vigués podría estar para jugar de inicio. Quizás podría ser el momento para que el técnico arriesgase con el algecireño Iker Navarro, un talento joven de la casa que de momento solo ha gozado de unos minutos en un partido que ya estaba medio encarrilado.

En la portería, nadie puede asegurar con rotundidad quién jugará el sábado. Juan Flere tomó el relevo de Pol Tristán, pero ninguno de los dos ha hecho méritos para reclamar con autoridad el puesto de '1'. La duda se extiende entre una afición con una opinión dividida, el mejor ejemplo que encarna la realidad de la portería algecirista.

Y arriba es donde menos conjeturas existen. El Algeciras cuenta con un arsenal variado y muchas armas para hacer gol. El pichichi del grupo con siete dianas, Álvaro Romero, se perderá su segundo y último partido por sanción, pero Ania dispone de Roni, Elejalde, Ferni, David Martín... además de los menos habituales como Juan Serrano, Mizzian, Siddiki, César o el tarifeño Pimienta. Con Roni como indiscutible referencia, Elejalde ha dado un paso al frente para ser su escudero. El resto de acompañantes saben que no pueden dormirse ni medio tiempo.