El Algeciras opta por la calma ante la crisis

Algeciras CF | Primera Federación

El club aboga por mantener la confianza en Fran Justo, convencido de que hay margen para revertir la situación

Los algeciristas, entre los pocos equipos que no han destituido a un entrenador en Primera Federación

El Algeciras da entre pena y vergüenza (3-0)

Fran Justo y su banquillo en el Nuevo Mirador.
Fran Justo y su banquillo en el Nuevo Mirador. / Andrés Carrasco

Algeciras/El Algeciras CF aboga por mantener la calma desde la institución ante el delicado momento que atraviesa el equipo, sumido en los puestos de descenso del grupo II de la Primera Federación después de siete jornadas sin ganar con un lastre de cinco derrotas. La propiedad de la Sociedad Anónima Deportiva algecirista no esconde su preocupación por los últimos resultados, como ocurre con cualquier aficionado, pero los dirigentes confían en la capacidad del cuerpo técnico de Fran Justo y los jugadores para sacar adelante el objetivo de la permanencia. De momento no contemplan una decisión drástica.

La situación del Algeciras se ve (y se palpa) complicada, pero en la entidad consideran que hay once partidos y 33 puntos por disputarse, margen suficiente para revertir una dinámica negativa que ya se prolonga durante dos meses. El Algeciras ha pasado de asomarse al balcón de aspirantes al playoff de ascenso, cuando ganó al Intercity en el primer encuentro de la segunda vuelta, a hundirse progresivamente con varios marcadores estrepitosos como ante el Castilla, en Marbella o el más reciente en Fuenlabrada.

El contundente varapalo sufrido en el estadio Fernando Torres ha minado por completo la moral de buena parte del algecirismo, de una afición que empieza a dejar de creer en Fran Justo y los futbolistas. Son demasiados errores acumulados en poco tiempo y muy pocos aciertos dentro del campo. Muchos son los resignados que comienzan a vislumbrar un final de temporada duro y en caída libre hacia el temido descenso. A los más optimistas les cuesta encontrar algo a lo que agarrarse y más cuando en el horizonte aparecen un Ibiza lanzado como un cohete (el próximo domingo a las 12:00) y el viaje a Antequera, al fortín del campeón de invierno. La cruda realidad es más cruda si cabe en el Nuevo Mirador. Así es el algecirismo, de extremos para lo bueno y para lo malo, aunque a la hinchada nada se le puede reprochar.

La crisis se pretende abordar con calma de puertas para dentro en La Menacha. Ramón Robert y Mac Lackey tienen las llaves de este Algeciras, aunque el barcelonés es quien vive el día a día en el Nuevo Mirador. Robert no se ha mostrado partidario de tomar decisiones en caliente desde que aterrizó en la entidad. De hecho, el máximo responsable sobre el terreno no ha destituido a ningún entrenador desde que dirige el club. Es más, el Algeciras como tal lleva sin despedir a un técnico sobre la marcha desde enero de 2020 cuando la junta directiva encabezada por Nicolás Andión prescindió de Emilio Fajardo para contratar a Salva Ballesta en la última temporada de la antigua Segunda B, la que fue suspendida por el coronavirus.

El Algeciras es de lo pocos clubes que puede alardear de no haber destituido a ningún entrenador desde que existe la Primera Federación. Iván Ania, en sus dos campañas, y Lolo Escobar terminaron curso a pesar de los altibajos. Robert vivió una crisis similar en la segunda andadura con Ania, en la que el equipo se salvó in extremis en la última jornada y con la ayuda de terceros. La pasada liga, la situación se enturbió muchísimo con Lolo Escobar a pesar de que el de Don Benito logró los deberes con algunos partidos de antelación y excesivos padecimientos.

El Algeciras va a estirar la paciencia lo máximo posible como ha venido prácticando en las últimas temporadas y apoyado en el ejemplo de sendos desenlaces. Hay quienes entienden que el club no está económicamente para tomar una medida tan drástica como un cambio de cuerpo técnico, pero la propiedad garantiza que no se trata de una situación de rascarse o no el bolsillo, sino de mantener la confianza en la apuesta por el proyecto fijado en verano. Además, el vestuario respalda a su entrenador, más allá de lo que venga sucediendo en el césped estos dos últimos meses.

El tiempo corre en contra del Algeciras. Como dijo el míster hace un par de semanas, momento de hablar poco, entrenar mucho y competir.

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