El Algeciras CF se desplaza para jugar este domingo (17:30) en suelo cordobés ante el Atlético Espeleño, uno de los equipos más humildes, si no el que más, del grupo X de Tercera división. Los albirrojos se aferran a los números para aspirar a la liguilla, unas cuentas que pasan por ganar a un rival ya descendido que, sin embargo, se agarra también a una posible carambola por si se abriese la puerta de una repesca.

Entre cábalas de unos y de otros, José Ángel Garrido trata de que el Espeleño finalice la temporada lo más dignamente posible. El técnico del conjunto de Espiel ve al Algeciras aún con opciones de alcanzar la cuarta plaza, pero advierte de que sus pupilos se dejarán todo por honrar “el escudo”.

“Nosotros vamos a intentar ganar como siempre”, afirmó Garrido al ser preguntado por este diario. “Es nuestra obligación. Nos debemos a una ciudad y a un escudo”, subrayó el preparador.

Pero no solo se trata de dignificar la competición hasta el final, el Espeleño se ha conjurado para “intentar sumar el máximo número de puntos posibles” por lo que pueda pasar este verano, una vez el grupo se tenga que configurar, aunque todo el mundo da por hecho que nadie quiere volver a pasar por la tortura de un campeonato interminable con 22 equipos.

Garrido, que en la primera vuelta cayó goleado en el Nuevo Mirador en un partido incierto hasta el tramo final, entiende que el Algeciras “matemáticamente tienes opciones” de meterse en los puestos de liguilla. “Además considero que tiene plantilla suficiente para estar”, agrega.

El conjunto cordobés es el segundo más goleado del grupo con una media de dos tantos por partido

El técnico, eso sí, deja claro el lastre que su vestuario arrastra prácticamente desde que empezó la campaña por la falta de efectivos: “Recuperamos jugadores, pero es muy difícil competir con trece-catorce futbolistas y ha sido la tónica durante nuestra temporada”, lamentó el entrenador, que al menos contará con Chechu, Javi Guerrero, Antonio Lucena y Juan Luna, todos ellos de vuelta tras cumplir sanción.

El Atlético Espeleño empató sin goles en Guadalcacín antes del parón de la Semana Santa, un resultado que consumó su descenso. Fue el despertar del sueño de un pueblo modestísimo (una población de apenas 2.500 habitantes) que ha permanecido tres temporadas seguidas en el siempre competitivo grupo X de Tercera.

El conjunto del Valle del Guadiato acumula cinco partidos sin ganar y solo ha sumado una victoria en las últimas trece jornadas, una racha que terminó por sumir a los de Garrido en las mazmorras de la clasificación. El Espeleño ha cosechado cuatro de los seis triunfos que ostenta en el Municipal de Espiel, donde mordieron el polvo el Xerez CD, el Guadalcacín, el Conil y, por último, el San Roque de Lepe. El último pelotazo de los cordobeses es más o menos reciente y tuvo lugar al otro lado del Estrecho cuando ganaron en el Murube de Ceuta (1-2).

El rival algecirista está nutrido por mayoría de jugadores de la provincia de Córdoba. Troyano, el capitán, o el exbalono Sergio Ortiz ejercen de veteranos en una caseta plagada de juventud que ha pagado el peaje de las bajas y la falta de experiencia.

El Espeleño arrancó el curso con Salva Serrano en el banquillo, que fue relevado por José Ángel Garrido a finales de octubre con el equipo ya metido en la zona de descenso. Los cordobeses han encajado la friolera de 76 tantos en 38 partidos (dos por jornada), solo superados en este apartado por el colista.