Las Palmas Atlético - Algeciras CF | La crónica

(0-1) El Algeciras sabe ejercer de líder

  • El equipo de Salva enlaza su tercera victoria y se escapa como primero en solitario

  • Iván marca de penalti ante un rival que juega con diez una hora y que falla una pena máxima

  • Los visitantes, infranqueables en el juego aéreo, saben sufrir durante la segunda mitad  

Una jugada a balón entre el Algeciras y Las Palmas Atlético.

Una jugada a balón entre el Algeciras y Las Palmas Atlético. / UDLP

Líder absoluto. El Algeciras CF domina en solitario el grupo IV-A de la Segunda B. Algunos todavía tratarán de salir de su asombro mientras el equipo de Salva Ballesta empieza a hacer trizas todos los pronósticos. Los albirrojos -otra vez vestidos con ese verde talismán- se impusieron a domicilio a Las Palmas Atlético (0-1) y sumaron su tercera victoria consecutiva de la temporada. Invictos y con 10 puntos en cuatro partidos, los del Nuevo Mirador aprovecharon el empate en casa del eterno rival para escaparse en cabeza.

Iván Turrillo decidió. Otra vez un algecireño. El capitán ejecutó con sangre fría el penalti que desequilibró el encuentro y que dejó con uno menos a los canarios durante una hora por la expulsión de Carmona. La suerte pudo virar al poco del 0-1 con otra pena máxima, esta vez en contra, que los locales mandaron fuera. La flechita del fútbol, que también juega, sigue para arriba en los algeciristas.

El Algeciras es líder en solitario, entre muchas cosas, porque corre como si fuera el último de la clasificación. Sobre ese mandamiento innegociable, los de Salva Ballesta demostraron una vez más que no rehúyen la pelea, que tienen argumentos para marcar goles y que saben defenderse y sufrir cuando están contra las cuerdas.

Este Algeciras es la combinación disciplinada de todos estos roles en un mismo escenario. El de Las Palmas, en un anexo de césped sintético, exigió una versión más currante y menos exquisita de los del Mirador. Quizás pueda quedar la sensación de que el Algeciras sufrió demasiado ante un rival en inferioridad en el segundo tiempo, pero la realidad es que los canarios, con más valentía que otra cosa, apenas chutaron en el marco defendido por Guille Vallejo. Ayuda mucho tener a un portero que transmite tanta seguridad y que se crece con los bombardeos del juego aéreo.

El Algeciras salió en Las Palmas a dar el zarpazo al primer puesto y a por un tres en raya que se resistía desde 2006, nada menos. A los dos minutos pudo adelantarse el cuadro visitante con una falta lanzada por Álvaro Romero que se estrelló en un palo. El rechace acabó en una acción invalidad por fuera de juego que había terminado en gol.

El primer aviso sirvió al Algeciras para intimidar. Ballesta mantuvo el once ya familiar de este inicio liguero con el obligado cambio de Mendes por el lesionado Ubis y con la novedad de Llinares por Alcázar. El zurdo actuó por la derecha, por delante de Melchor, para después acabar por su banda. Dominaba el Algeciras aunque el filial empezó a dejarse ver por los costados, con constantes intentonas buscando un centro al corazón del área. Corría el minuto 26 cuando se produjo el primer penalti: Álvaro Romero se plantó solo ante la meta de Alfonso y Carmona desequilibró al atacante antes de que chutase. El árbitro lo vio claro aunque los amarillos reclamaron que la sanción había sido fuera del área. El castigo fue doble porque Carmona vio la roja directa. Iván Turrillo marcó ajustado a su derecha engañando al portero.

Diez minutos después el árbitro pitó la segunda pena máxima de la mañana. Juan Fernández, por la izquierda de su ataque, se marchó de Llinares y cayó fulminado dentro del área. Si hubo agarrón fue leve y mucho antes de la caída del canario. A primera vista no pareció, pero el trencilla pitó. El propio Juan Fernández disparó a su derecha y lo mandó fuera pegado al palo al que ya llegaba Vallejo. Que Las Palmas Atlético sea el único equipo del grupo que todavía no ha marcado no es casual.

El descanso llegó como un respiro para un Algeciras que parecía que lo necesitaba. A la vuelta del intermedio hubo un periodo con muy poco fútbol, muchas interrupciones, aluvión de tarjetas... el Algeciras controlaba la situación pero no terminaba de plasmar su superioridad numérica y el rival se fue adueñando del balón y comiendo terreno.

Salva trató de dar aire desde el banquillo y lograr esa pausa con Yelko. La inercia, sin embargo, convirtió los 20 minutos finales en un continuo quiero y no puedo del filial sobre el cerco montado por los algeciristas. Las Palmas lanzó incontables saques de esquina y bombeó todo tipo de centros al área, pero chocó continuamente con ese muro de hormigón armado en el que Guille Vallejo se señoreó como general de la fuerza aérea.

La ocasión más clara en medio de este asedio final la tuvo curiosamente el Algeciras en una contra en la que Yelko encontró el hueco preciso para Melgar y el disparo del murciano lo sacó Alfonso con apuros. El reloj del añadido se marchó hasta el 96 porque el Algeciras supo arañar muchísimos segundos. Otra vez los de Ballesta manejaron con oficio ese otro fútbol que da tantos puntos.

El Algeciras puede decirlo a boca llena: es el líder en una liga donde los flashes son para Marbella, Recreativo o San Fernando. El algecirismo podrá disfrutar tranquilo dos semanas de esta privilegiada posición ya que la competición descansará el próximo fin de semana y retornará el día 22 con el duelo ante el Tamaraceite en el Nuevo Mirador.

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