Lo que apuntaba a un simple bache, el primero de la temporada, amenaza con convertirse en una crisis. El Algeciras CF ha pasado en poco más de un mes de cuajar un inicio liguero ilusionante a verse sometido por una dinámica tan negativa como peligrosa. Los números cantan y dicen que el equipo de Emilio Fajardo es el peor del grupo IV en las últimas cinco jornadas, las cinco semanas que los albirrojos encadenan ya sin una victoria.  Los albirrojos son también los más goleados de toda la categoría en este tramo. El primer revés en el Nuevo Mirador, ante el CF Talavera, ha dejado al descubierto la realidad de un plantilla que ahora debe hacer frente a las dudas, ya sin la protección de todo ese entusiasmo arrastrado desde el ascenso.

Esto es la Segunda B y esto es el Algeciras CF. El cambio de categoría mezclado con un club que todo lo vive (lo disfruta y lo sufre) en los extremos ha deparado un primer punto de inflexión. Cruzada la décima jornada, las buenas sensaciones, más o menos correspondidas por los resultados, han quedado sepultadas por una racha de cinco encuentros que, tras la palada del Talavera, se antoja muy mala. Los de Fajardo solo han podido rascar dos puntos de quince, el dichoso empate a domicilio con el Cádiz B en el que se escaparon dos puntos en el descuento y la igualada heroica ante el Córdoba en el Nuevo Mirador.

El Algeciras ha sido el peor del grupo IV en las cinco últimas jornadas, el único que no ha ganado y el que más tantos ha recibido con un balance espantoso de 4-11 (16 goles en contra en total). Nadie en toda la Segunda B ha encajado tantos goles. Solo se acerca el Orihuela (10), que también ha sacado dos puntos en este periodo pero en el grupo III.

La derrota con el Talavera corrobora unos problemas que siguen sin solución

Estas cifras deficientes están ahí, se pueden cotejar y comparar, y contrastan con las que el equipo de La Menacha ofreció en las cinco primeras jornadas del campeonato. Más allá de que uno se pueda agarrar al calendario, el tropiezo ante el Talavera ha corroborado una serie de problemas detectados semanas atrás pero que siguen sin tener un remedio. Fajardo no consigue encontrar soluciones para esa hemorragia defensiva. Al Algeciras le hacen gol prácticamente cada vez que le llegan y eso en esta división es sencillamente insostenible. Más aún si los albirrojos no materializan sus ocasiones.

Choco, en el partido ante el Talavera.

El entorno más cercano al vestuario, como es lógico, pide tranquilidad para afrontar las turbulencias. En defensa de la afición algecirista hay que subrayar que la gran mayoría ha estado volcada con este equipo y su entrenador y lo sigue estando. Lo cual no quita que el pasado domingo muchos abandonasen el Nuevo Mirador enfadados y, sobre todo, preocupados. Hay motivos para la preocupación y esconderlos no hará el camino más llano a los albirrojos.

El Algeciras encara una semana importante de mucha terapia, de análisis y de trabajo. En el horizonte asoma la visita al CP Villarrobledo (domingo a las 12:00), otro recién ascendido que comparte situación en la clasificación (10 puntos pero en descenso). Otro de esos duelos directos por la permanencia que suelen valer algo más que tres puntos.