Algeciras CF - CF Talavera | La crónica

Mal asunto, Algeciras (0-3)

  • Los de Fajardo se llevan un tunda ante el colista en una última media hora en la que se descomponen tras encajar el primer gol

  • El primer palo de la temporada en el Mirador escuece y preocupa: van cinco jornadas sin ganar 

Antonio Domínguez se lamenta ante el Talavera.

Antonio Domínguez se lamenta ante el Talavera. / Erasmo Fenoy

Una derrota de las que escuece. ¿De las que deja secuelas? Veremos. El Algeciras CF de siempre se diluyó en su versión más errática para acabar descompuesto ante el CF Talavera. El Nuevo Mirador claudicó por primera vez esta temporada y se enfadó en una última media hora de partido muy preocupante. El equipo de Emilio Fajardo convirtió un mal día en una pesadilla con tres goles en contra en apenas 30 minutos. Y otra vez con el balón parado de por medio. Son ya cinco jornadas sin ganar, cuatro derrotas en el saco y ahora todo el mundo mira de reojo al descenso como un peligro real.

El Algeciras se llevó una tunda ante el que era colista del grupo IV de la Segunda B, una paliza impensable hasta que llegó el primer tanto del partido. El 0-1 desató un estado de nerviosismo desproporcionado entre los aficionados y los jugadores de casa difícil de explicar. Esa psicosis tan típica del algecirismo se expandió como un virus letal y los albirrojos terminaron por representar un último tirón que rozó el bochorno. Hubo pitos, algunos aplausos de los más gentiles y hasta algún "vete ya" fruto del calentón. El Algeciras, en estado puro, para bien y para mal.

¿Qué le ocurrió al Algeciras? Los de Fajardo se perdieron en una primera mitad mala en la que tuvieron más de una ocasión clara para adelantarse. Los albirrojos cayeron en el ritmo cansino que quería su oponente, un Talavera necesitadísimo y que llegaba en crisis total. El gol algecirista debió llegar en el arranque del segundo acto, pero entre el acierto del portero y el desacierto de los locales el partido dio un vuelco por completo hacia lo inesperado. O quizás no tan inesperado porque era de esas tardes que uno rumiaba en la grada lo que iba a ocurrir. "Verás que ahora marcan ellos en la primera que tengan", decía un seguidor con dotes de augur. Y así fue. El Talavera tomó aire y, después de un saque de esquina que el Algeciras no supo desenredar, llegó ese balón que se paseó casi a cámara lenta por el área de Lopito para que marcase el capitán de los visitantes. A partir del 0-1 comenzó otro duelo que los de Fran Alcoy ganaron por la vía del cloroformo. Cayeron dos más y Lopito salvó otro, para que conste.

La tarde del cambio de hora no pintaba mal. Fajardo recuperaba un once mucho más reconocible que el de San Fernando, con Lopito en el marco, Braganza de vuelta al lateral izquierdo, Cerpa de mediocentro y los jugones Antoñito, Domínguez y Mario Martos. Arriba, el agraciado esta vez fue Antonio Sánchez.

El Algeciras amasó el balón por mayoría absoluta, pero se encontró con un Talavera con cinco defensas (en el segundo periodo cambió el dibujo a cuatro) y un entramado colectivo bien dispuesto, que ofrecía pocas fisuras y que jugaba sin puntas, con dos jugadores de banda como amenazas esporádicas. Con todo, los albirrojos tardaron 15 minutos en chutar por primera vez con un disparo muy intencionado de Antonio Domínguez que no cogió puerta por poco. En el 18' llegó el uy y casi gol en un centro desde la derecha que cabeceó Antonio Sánchez a la red, pero el árbitro había decretado falta del ariete. Estuvo cerca de romperse el cántaro en el minuto 25 cuando, tras una buena combinación algecirista, el balón acabó en un disparo de Domínguez que el portero exbalono Óscar Santiago desbarató para mandar a un palo.

Hasta ahí llegó el empuje y la claridad de un Algeciras que pasó de jugar con paciencia a verse metido en ese estado de somnolencia que proponía el Talavera. El encuentro se endureció con algunas tarjetas amarillas y el descanso apareció como el mejor remedio, sobre todo para que el equipo de casa tratase de buscar soluciones. Algo había que cambiar porque a esa hora de la tarde el 0-0 se antojaba un resultado bastante escaso.

El meta exbalono Óscar Santiago salva al Talavera con el 0-0

Los del Nuevo Mirador salieron con otra marcha del intermedio. Antoñito puso a prueba a Santiago con un disparo en el minuto 47 cuyo rechace cayó a los pies de un Antonio Sánchez que falló sin oposición. El '9' pudo resarcirse dos minutos después con un tiro cruzado desde la derecha que otra vez abortó Óscar Santiago.

Fajardo preparó el cambio de Karim para meter más mordiente, pero el delantero africano vio desde la banda cómo se consumaba el jarro de agua fría para los algeciristas. A punto de cumplirse el minuto 60 el Talavera se dispuso a botar un córner y el runrún se extendió por el Nuevo Mirador. Es el reflejo de en qué se ha convertido el balón parado para este equipo. De esa acción emanó el balón que el Algeciras no supo desmontar y el centro desde la izquierda que se paseó por el área hasta que San José marcó casi a placer.

El cuadro cerámico plasmaba el guion soñado para sus intereses con media hora por delante. Oca se encontró con un balón franco en el minuto 63 para hacer el segundo, pero Lopito salvó desde el suelo. Entró Karim, le siguió Tote mientras parte del respetable reclamaba a Pablo Ganet, calentando junto al Fondo Sur. El Algeciras se fue desesperando y deshilachando, Fajardo quemó las naves con Antonio López y en el minuto 82 llegó otro córner para los visitantes. Córner y remate de cabeza de Juanra para poner la puntilla. Los de Talavera de la Reina no se conformaron y en el minuto 84 el recién ingresado Pablo Aguilera luchó un balón para hacer el definitivo 0-3 con muchísimos aficionados desfilando ya para el coche.

Las buenas sensaciones, el fútbol de toque, la magia del Mirador, el binomio indestructible sufrió su primer gran suspenso de la temporada. El Algeciras de Fajardo acumula cinco partidos sin vencer, lleva 16 goles encajados y se estanca con 10 puntos en la zona baja de la clasificación, fuera de los puestos de descenso aún pero con los mimos puntos que el Villarrobledo, su próximo rival, el cuarto por la cola. El duelo del domingo 3 de noviembre en el Barranco del Lobo (12:00) ha pasado a ser una final.

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