La Unión Linense de Baloncesto (ULB) sufrió lo indecible hasta, literalmente, el último segundo, pero se apuntó este sábado su primera victoria de la temporada, al imponerse al Enrique Soler de Melilla por 83-82.
El conjunto de La Línea vivió un partido subido a una montaña rusa. En el primer cuarto se vio por detrás en el marcador 15-23, pero en los diez minutos siguientes fue capaz de deshacer la ventaja de los norteafricanos con un parcial de 24-13 para irse al descanso 39-37.
El partido parecía encarrilado para los de Jesús Guti con el 30-20 del tercer parcial, pero de repente a los de casa se les apagó la luz y encajaron un parcial de 9-24 en los primeros cinco minutos del último periodo, de manera que vieron desvanecerse toda su renta y se colocaron por detrás en el marcador.
Con la ausencia de David Espadiña -que no termina de superar sus dolencias- fue Cándido Matoso (12 puntos, 8 rebotes para una valoración de 19) el que se echó el equipo a la espalda, aunque la remontada, en la que tuvo mucho que ver el amor propio, fue más una cuestión de grupo que una maniobra individual. Por cierto, otra vez volvió a disfrutar de minutos el junior Carlos Luque.
A falta de un minuto Alex Bak igualó en el luminoso con dos tiros libres y después de una buena defensa -la clave en los compases finales- el gibraltareño Thomas Yome anotó el punto que acabaría por ser definitivo. En los 40 segundos que restaban Melilla perdió el balón e hizo falta sobre el extremeño Eugenio Egea, que no atinó en sus dos lanzamientos, pero en los apenas tres últimos segundos el Enrique Soler no fue capaz ni de terminar la jugada.
El bocinazo que señalaba el final del encuentro fue acompañado por una explosión de júbilo por parte de la parroquia local, que reconoció con aplausos el esfuerzo realizado por sus jugadores.
La estadística del encuentro se puede consultar en el este enlace:
Los resultados de la segunda jornada en el grupo DA de la Liga EBA y la clasificación aparecen en el este enlace.
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