Lorca, un rival resucitado

El Lorca Atlético, que el próximo domingo visita a la Balona, es el club más joven del grupo IV de Segunda B y pese a eso tiene detrás una larga y curiosa historia que se remonta al siglo pasado. El próximo adversario albinegro nació hace dos años directamente en la categoría de bronce tras fusionarse con el Sangonera Atlético y asumir su deudas, que ascendían a 350.000 euros. Pero no es la primera vez que lo hacía. Si la Real Balompédica lleva cien años peleando por sobrevivir, manteniendo su nombre a las duras y a las maduras, el máximo representante del fútbol lorquino, como si se tratara de un vampiro inmortal, ha muerto y resucitado en nueve ocasiones desde 1901.

Desde la creación de la Sociedad Lorca Football hasta nuestros días, el club ha desaparecido y renacido con nuevos apellidos hasta la última vez, en el verano de 2010. El Lorca Deportiva CF SAD vivía una grave situación (estaba en la Ley Concursal, con una deuda de 3.400.000 euros y un presidente en paradero desconocido) y el empresario local Cristóbal Sánchez Arcas fundó el Lorca Atlético CF. Su deseo era empezar en la categoría de bronce y lo consiguió. Negoció con el Caravaca y el Jumilla antes de dirigirse al Sangonera, el mismo equipo que en 2007 se había cruzado con el Algeciras en las eliminatorias de ascenso a Segunda B. Tras una operación que permitió fusionar los dos clubes, pese a que los Estatutos de la Federación Española lo impiden si no son del mismo municipio o limítrofe, el 19 de julio obtuvo el permiso para llevarse la plaza a Lorca. El mismo día la directiva anuncia también a Benigno Sánchez Yepes, técnico malagueño, como primer entrenador del club.

Sin patrocinadores y con una asistencia al campo escasísima, el Lorca Atlético vivió rachas muy malas de resultados, lo que no impidió que el presidente asegurara que estaba hecho para ascender. Fue después de haber vencido al Cádiz y al Murcia en un arranque sorprendente que no impidió que luego encadenara tres triunfos en 19 jornadas y acabara en puestos de descenso.

Poco a poco Benigno Sánchez consigue reponer al equipo y con victorias sobre el Almería B y el Yeclano Deportivo logra llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo.

Entonces surge otro imprevisto. El terremoto ocurrido el 11 de mayo de 2011 en Lorca obliga a habilitar el campo Francisco Artés Carrasco como campamento y hospital de campaña por la Unidad Militar de Emergencias y, tras negar la Española el aplazamiento del partido, el encuentro se disputa en la Nueva Condomina de Murcia. La mitad de la recaudación se dona a los afectados por el desastre. Gracias al empate a dos contra el Unión Estepona y al empate del Real Betis B en Lucena el Lorca Atlético consigue salvarse.

Esta temporada el equipo murciano sólo conserva seis jugadores de la anterior plantilla. Es uno de los más renovados del grupo IV, aunque casi todos los fichajes (17) llegaron de equipos de inferior categoría porque el club no tiene ingresos suficientes. Sólo lleva una victoria, en la segunda jornada ante el Poli Ejido (4-1) y ha sumado cinco puntos, lo que lo mantiene empatado con otros seis equipos que van desde la penúltima posición hasta la 13ª.

Con todo el dato más edificante para la Balona aparece cuando se observa la trayectoria fuera de casa del conjunto murciano. Lleva sólo un triunfo como visitante en quince desplazamientos. Este lo consiguió el 8 de mayo en Yecla (Murcia) y el anterior, el 14 de noviembre de 2010 en Cádiz.