UB Lebrijana - UD Los Barrios | La crónica

La Unión presenta sus credenciales (1-2)

  • Los gualdiverdes vencen en la hasta ahora inexpugnable casa de la Lebrijana

  • Rivero y Kaya adelantan a los de barreños antes del descanso

  • Una lección de disciplina y sacrificio les permite después mantener la renta

Los jugadores de la UD Los Barrios celebran en la caseta su victoria en Lebrija

Los jugadores de la UD Los Barrios celebran en la caseta su victoria en Lebrija / UD Los Barrios

La Unión Deportiva Los Barrios ha enlazado este domingo su segundo triunfo consecutivo como visitante. Una victoria (1-2) sobre un directo rival, la Balompédica Lebrijana, que le señala como el más firme candidato a inquietar a los tres equipos que comandan la clasificación del grupo X-A de Tercera. Los gualdiverdes acertaron en sus dos primeras aproximaciones al marco rival y con el resultado a favor dieron una lección de sacrificio y disciplina táctica, que le valió para cosechar un resultado que vale su peso en oro.

Todavía estaban los equipos estudiándose cuando la Unión dio el primer golpe. Un auténtico golazo de Rivero, que condicionó el resto del encuentro.

A partir de ese momento el equipo visitante, con una exquisita colocación, se parapetó atrás, le entregó el balón al rival y esperó con paciencia en busca de una contra.

Los de Asián apretaban y aunque tampoco es que proliferaran las ocasiones manifiestas, sí que provocaban esa sensación de angustia que produce siempre defender un resultado desde la trinchera.

Poco antes de la media hora se produjo una sospechosa caía de Migue dentro del área y poco después una doble ocasión de este mismo jugador que primero desbarató un Benito del Valle segurísimo toda la mañana y luego una maraña de piernas impidieron que el balón alcanzase su objetivo.

La Unión no se descomponía ante las embestidas de los albicelestes. No lo hizo ni siquiera cuando su técnico se vio obligado a prescindir en el 36’ de Diawarra, lesionado, y Ussama tuvo que relevarle poco menos que sin calentar. A pesar de todo, a los pocos minutos de estar en el césped el melillense buscó en banda a Kaya; el congoleño, que está cedido por la Real Balompédica, avanzó, armó la pierna y desde la frontal del área soltó un gatillazo que sorprendió a Isco y se transformó en el 0-2.

Los de la Villa disfrutaron de la oportunidad de haber sentenciado antes del intermedio. Rivero llegó a salvar la salida del guardavallas local, pero tanto su disparo como el posterior rechace de Richard los salvó Juande sobre la misma línea de gol. Era el primer acercamiento de los de Keko Rosano que no acababa dentro del marco.

En la segunda parte el guión del primer periodo se extremó más si cabe. Los barreños defendieron con uñas y dientes (y un orden exquisito) su renta, pero ya no eran capaces de enseñar las garras en el área contraria.

A falta de un cuarto de hora la Balompédica Lebrijana acortó distancias con un gol de Loren. Los visitantes llegaron a jugar con cinco defensas. Desde la grada daba la sensación de un asedio y Loren por dos veces tuvo en sus botas la oportunidad de empatar, pero en la primera apareció otra vez Benito del Valle y en la segunda, el control casi a puerta vacía le jugó una mala pasada al atacante.

El pitido final deja la impronta de que la Unión sigue en plena fase de crecimiento y de que a pesar del pedigree de los tres primeros clasificados, los gualdiverdes van a tener en los enfrentamientos directos la oportunidad de reventar el orden establecido y porfiar por el ascenso a la Segunda B. Por lo pronto, han sumado seis puntos en sus dos últimas salidas y en la de ayer, ante un equipo que estaba invicto como local.

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