El central zurdo del Club Deportivo San Roque Jesús Calvo, que acaba de cumplir 19 años, parece llamado a tomar el testigo de una larga de futbolistas de la localidad que han accedido a clubes profesionales. El último de ellos, Juan Diego Molina Stoichkov, que ahora hace cinco años que dio el salto a la Real Balompédica Linense el club que le abrió la puerta de Real Mallorca (con el que ascendió a Primera), Alcorcón y, en la actualidad, Sabadell.

Clubes de Primera (entre ellos el Sevilla) y Segunda (Málaga) ya siguen sus pasos e incluso han desplazado a técnicos para ver actuar al futbolista, que fue pieza clave el curso pasado en el ascenso del juvenil rojillo a la Liga Nacional y que está en la plataforma de salida para gozar de una oportunidad, posiblemente en el filial de un club de élite. El interés demostrado por equipos de otras provincias contrasta con el hasta ahora nulo contacto de los primeros representantes del Campo de Gibraltar.

Jesús Calvo, de 187 centímetros, ha realizado toda su formación en el CD San Roque y en estos momentos es el futbolista de campo más utilizado por su técnico, Jesús Gutiérrez Guti, que no tardó en detectar las virtudes del zaguero.

En la presente andadura, en la que ya es uno más en el equipo senior a pesar de estar disputando aún su última campaña con edad juvenil, tiene la fortuna de alinearse con el más ilustre veterano del fútbol comarcal, el linense Alberto Merino, que poco menos que le ha apadrinado y le está proporcionando un auténtico máster en balompié. No es habitual que dos jugadores que comparten vestuario estén distanciados por nada menos que 27 años de edad.

David Guti, que invita a Jesús Calvo a perder la timidez, realiza un análisis de su pupilo:  “Es muy rápido para la altura que tiene, domina el juego aéreo con mucha suficiencia, técnicamente está bien dotado y puede incluso jugar en banda pero su puesto natural debe ser central”.

 “Esta temporada, con Alberto Merino, Chupi, Antonio Jesús y Josemi al lado le está sirviendo muchísimo de aprendizaje”, agrega el preparador.

“Es un futbolista con mucho margen de mejora y que entra por los ojos al aficionado por su rapidez en el corte y su conducción de balón desde atrás”, resalta. “Si se cuida y se va con él con tranquilidad tiene condiciones para asumir cosas mayores, pero hay que tener paciencia”.