A Ferrari se le escapó hace ya tiempo el tren del Mundial, pero la escudería quiere ganar el domingo en casa como consuelo de la casi segura derrota en la pelea por el campeonato de pilotos y de constructores.

"Una victoria en Monza sería algo fabuloso, aunque también un lugar en el podio estaría bien", señaló el jefe del equipo, Stefano Domenicali, antes del Gran Premio de Italia de este fin de semana.

Pero ni siquiera con un éxito de prestigio puede salvarse ya la desafortunada temporada de Ferrari. El cavallino rampante galopa a gran distancia del toro rojo de Sebastian Vettel. Fernando Alonso logró en Silverstone su única victoria para Ferrari en 2011, pero insiste en que "hay que luchar hasta el final, siendo, sien embargo, realistas". "Llevamos varias carreras en el podio. Es cierto que el que las temperaturas sean más altas nos puede ayudar, porque con menos grados las cosas nos fueron peor. El verano no nos ido muy bien por las lluvias y el frío, pero el calor nos tener más confianza", indicó Alonso.

Los 30 grados pronosticados aumentan las posibilidades de repetir el éxito del año pasado. En 2010, Alonso ganó en Monza partiendo desde la pole y Massa fue tercero. Un resultado similar calmaría los ánimos en Ferrari, que ya está centrado en el coche de 2012. La falta de éxitos hace tambalear el puesto de Domenicali. "Ésta será nuestra última temporada decepcionante. Ferrari ha creado la estructura para un futuro exitoso. Alonso cree en nuestro proyecto y por eso firmó hasta 2016".