El Estrecho, la salida

El Estrecho de Gibraltar será el próximo fin de semana el escenario elegido por el argentino Matías Ola, de 28 años, para comenzar una autñentica odisea, unir el mundo a nado.

Matías Ola empezó a nadar a los 21 años, varios años después de que se lo prescribieran por sufrir asma. Y como si su apellido fuera un presagio, un día decidió que quería nadar en aguas abiertas. Ese interés lo llevo a fantasear con la posibilidad de unir los continentes a nado. Y dicho y hecho.

Ayer, el joven tucumano saldrá con rumbo a España para abordar el primero de los ocho desafíos que tiene por delante: cruzar el Estrecho de Gibraltar, para unir Europa y África. "La fecha del cruce dependerá de las condiciones climáticas, pero estimamos que será entre el 1 y 6 de julio. Son 18 kilómetros de natación", cuenta Matías.

Luego, el itinerario seguirá por Rusia, donde Matías tendrá que ponerle el cuerpo a uno de los tramos más complejos: el Estrecho de Bering, donde la temperatura del agua oscila entre los 3 y 5 grados. "Sólo una persona cruzó sin traje de neoprén en el 87. Yo lo voy a volver a hacer", se entusiasma Matías.

El desafío será doble: primero nadará el estrecho completo, alrededor de 89 kilómetros, con otros 39 nadadores en un evento organizado en conjunto por Rusia y Estados Unidos. Luego, vendrá el desafío individual, que consistirá en unir las islas Diómedes.

Al finalizar la primera etapa, Matías volverá a Argentina y se prepará para los siguientes desafíos: unir Oceanía con Asia (por Papua Nueva Guinea), Asia con Europa (Jordania Aqaba), Europa con Asia (Estambul) y para terminar, un tramo por fuera del desafío: nadar en el fin del mundo (Isla de los Estados en Argentina).