La Real Balompédica firmó ayer a un auténtico trotamundos para apuntalar el centro de su retaguardia. El elegido es el central diestro José Manuel Carrasco Correa [Carrasco] que llega al equipo de La Línea procedente del Ontinyent, pero que tiene detrás un amplio bagaje que incluye dos partidos en Segunda división con el Real Murcia y sendas experiencias en las primeras categorías de Malasia y Georgia, que según subraya le hicieron "crecer como jugador y como persona". Futbolista carismático y con buen cartel entre las fuentes consultadas por este periódico hay quien establece paralelismos entre él y Antonio Manuel Ruiz Romerito, uno de los centrales más brillantes que haya vestido la camisola de la Real Balompédica en las últimas campañas.

Carrasco jugó la pasada campaña en el Ontinyent, una de los revelaciones del grupo III de Segunda B, que le alineó en 34 ocasiones, todas ellas como titular. Marcó un gol y vio la nada despreciable cifra de 15 cartulinas amarillas. Su equipo acabó quinto clasificado a un paso del Cornellá del ya técnico albinegro Jordi Roger, que ha avalado su contratación. Es más, ha puesto mucho interés en que las negociaciones cristalicen.

No dudé en fichar por el interés que demostraron; me llamó el míster, el presidente y el director general"Me considero un jugador contundente, porque cuando está el pan de por medio hay que ponerlo todo"

El zaguero es natural de Antequera (Málaga) aunque se considera de Fuengirola, nació el 27 de enero de 1988 mide 187 centímetros y su peso en competición ronda los 80 kilos.

Después de dar sus primeros pasos en la cantera del Fuengirola, fue captado por el Albacete Balompié cuando aún era juvenil y de ahí pasó a la cantera del Villarreal, con cuyo filial incluso disputó una fase de ascenso a Segunda B.

En la categoría de bronce ha vestido los colores de Benidorm y Écija Balompié, para después enrolarse en el filial del Murcia, el Imperial, aunque en la campaña 2012-13 llegó a disputar dos encuentros con el equipo de Segunda.

En la 2014-15 participó del ascenso del Mérida a Segunda B para después jugar en esa categoría con Fuenlabrada de Fernando Morientes, Palencia (con el que descendió) y el mencionado Ontinyent.

Además jugó en el Mohor de Malasia y en el Saburtalo de Georgia, para el que fue captado por Manolo Hierro, hasta hace unas semanas director deportivo de la Unión Deportiva Los Barrios.

"En realidad no firmo por la Balona porque esté cerca de mi casa, porque ya llevo trece años fuera, sino porque por el interés que ha demostrado el club, hasta el punto de que me llamaron tanto el director general como el presidente y el propio entrenador, que se ha enfrentado a mí dos veces", explica el futbolista.

"El hecho de que el míster haya decidido venirse desde Barcelona con su familia quiere decir que él está convencido de que el proyecto es serio y como yo como comparto ese criterio, pues no he dudado", abunda. "La Balona es un club que conozco de toda la vida, de los más importantes de la provincia de Cádiz", insiste.

"Yo soy un futbolista al que le gusta mucho hablar, mandar y animar a los compañeros, porque yo soy muy positivo y diré eso de que me gusta tratar bien el balón, pero en realidad me considero contundente, porque cuando está el pan de por medio hay que ponerlo todo", explica Carrasco.

"A mí me encanta el fútbol y por eso entreno siempre al cien por cien y en los partidos voy a muerte y trato de tirar del carro", abunda. "Además tengo la experiencia de haber jugado en los cuatro grupos de Segunda B".

Carrasco, que no ha compartido vestuario con ninguno de los que ya sabe que serán sus compañeros, entiende que eso "no supone un problema".

"Depende mucho de uno, de tu personalidad, de tu capacidad de adaptarte y yo me considero un tipo extrovertido y en seguida trato de ser uno más, porque al final la vida es ir adaptándote a lo que te va llegando", finaliza el zaguero.