Cómic

¡Los mundos chocarán!

  • El final de esta apasionante saga superheroica se acerca, desvelando impactantes secretos

Detalle de la ilustración de portada.

Detalle de la ilustración de portada.

Cuando los habitantes de Spiral City miran hacia el cielo no ven las nubes, o pájaros que lo surcan grácilmente. Se estremecen al contemplar como una copia exacta de la ciudad se cierne lentamente sobre ellos, pareciendo querer fusionarse con ésta, por lo que el pánico se extiende por la calles de esta urbe, conocida por haber albergado a los mejores héroes del mundo, aquellos que dieron su vida ante el temible ataque del Antidios.

Pero esta es la historia de una sola persona, que con ahínco trató por todos los medios de averiguar qué le había ocurrido a su padre, el legendario Martillo Negro. Y bien que lo consiguió, pero como suele decirse, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, por lo que ella, Lucy Weber, la heredera del martillo, tras una vida de aventuras, prefirió dejar en el olvido una carrera como protectora de la urbe y dedicarse plenamente a su familia.

Y como ya comprobamos en el anterior volumen de esta saga, con un solo chasquido de dedos tu realidad puede hacerse pedazos, y perder a aquellos que más amas…

Sin casi tener tiempo para asimilar lo que le ha ocurrido, Lucy se embarca junto al expeditivo vigilante Revientacráneos en un viaje del todo alucinante, en el que va a conocer la verdad de todo lo que ocurre, verá la realidad tras el telón, caerán las caretas de aquellos a los que consideraba amigos y podrá contemplar, con renovada ilusión, que tal vez esta historia, la suya, tenga un final muy diferente al que ella pensaba.

Y es que cuando el caos parezca irrefrenable, un importante personaje de esta saga regresará, y traerá una importante ayuda con él. Se trata del Coronel Weird, aquel que ha recorrido la Para-Zona y la conoce como a la palma de su mano, resolviendo el enigma del multiverso, ya que no está solo en su misión, y viene acompañado por una legión de versiones de sí mismo que parecen tener un posible remedio ante el inminente despertar de la mayor amenaza de todas.

Creo que no me equivoco al decir que este cómic, desde su primera entrega, pasando por todos los volúmenes protagonizados por algunos de sus personajes, ha marcado un antes y después en el género de los superhéroes. Un campo tan trillado en el que la originalidad suele brillar por su ausencia y que, gracias al guionista Jeff Lemire y la legión de dibujantes que le han acompañado en el camino (en este tomo en concreto, la británica Caitilin Yarsky), han conseguido la fórmula mágica para hacer de ésta una historia única.

Sentimientos. Esa es la palabra. Lemire sabe trasladar a las viñetas con maestría los dramas más cotidianos, el dolor, el trauma y esas pérdidas que se convierten en heridas que nunca parecen cicatrizar, dotando a sus personajes de una personalidad que se impone a los extraordinarios poderes y coloridos uniformes.

Si a todo esto le sumas un argumento apasionante, que homenajea a algunos clásicos del cómic, el resultado es una obra que se ha convertido por méritos propios en un clásico instantáneo.

¿Y sabéis lo mejor? Aún nos quedan un buen montón de páginas para que la historia concluya. El final ya se atisba en el horizonte, pero aún resta camino por recorrer. Y lo haremos junto a Martillo Negro, Revientacráneos, Doc Andrómeda, Sherlock Frankenstein, Abraham Slam, Golden Gail, Barbalien, Coronel Weird, Libélula…

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