Jornadas de Prehistoria

Castellar debate cómo aprovechar el tajo de las Abejeras para atraer turismo

  • Los expertos apuestan por realizar una recreación de la Cueva de las Estrellas

  • Este sábado, segunda sesión y clausura de las conferencias

Inicio de las I Jornadas de Prehistoria en Castellar.

Inicio de las I Jornadas de Prehistoria en Castellar. / Jorge del Águila

La primera parte de las I Jornadas de Prehistoria de la Universidad de Cádiz tuvo lugar este viernes en el salón de actos del Ayuntamiento de Castellar de la Frontera, con la intervención de seis expertos en la materia y la presentación del libro Tajo de las Abejeras y Cueva de las Estrellas, temática sobre la que giran las conferencias.

Las jornadas, organizadas por el consistorio chisparrero en colaboración con la Universidad de Cádiz, la Junta de Andalucía, la Junta de Extremadura y Europa Sur, pretenden divulgar las “manos hariografiadas” más antiguas de Cádiz, halladas en la cueva de las Estrellas del municipio campogibraltareño, y encontrar un sistema de explotación económica y turística.

En ese sentido Pedro Cantalejo, director del Patrimonio Natural e Histórico de Ardales, modelo en el que se fija Castellar, cree que lo más viable sería “una reproducción de la cavidad” a modo de museo. La cueva de Ardales es uno de las yacimientos arqueológicos más importantes de Málaga, que atrae cada año a miles de turistas. “Hay que liderar la investigación del arte rupestre en Cádiz y ver cómo se fomenta a nivel cultural, pero no hay que plantearse las visitas al propio lugar. El modelo a seguir es recrear los espacios rupestres, como se hace en Francia, no visitarlos”, opinó Cantalejo.

En la misma línea, Antonio Jesús Luque, espeleólogo que participó en la exploración de la cueva, cree que el acceso a la zona solo es viable para “personas habituadas al campo”. “Es un enclave monumental dentro de la naturaleza que está en una zona muy alta. Desde arriba solo de podría con equipamiento de montaña. Se podría habilitar el acceso a la cavidad con una escalera metálica instalada desde abajo”, explicó el experto. Algo que Ángel Muñoz, arqueólogo conservador del patrimonio histórico, no considera una opción: “No hay que transformar el paisaje para fomentar el turismo. Hay que tender a las recreaciones y fomentar la protección y divulgación. No es necesario hacer visibles todos los enclaves arqueológicos, sino sólo aquellos más representativos”, argumentó.

El Alcalde de Castellar, Adrián Vaca, se mostró dispuesto a “apostar y trabajar duro bajo el modelo de Ardales” y agradeció las opiniones de los expertos. “La cueva es de difícil acceso, y las propias actividades de la finca donde se encuentra, como la cinegética, suponen hándicaps añadidos. Parece que sacar la cueva de la finca en forma de recreación es a lo que estamos encaminados".

El Campo de Gibraltar es rico y diverso y es mucho más que lo que sale en las noticias. Hay que fijarse en los pueblos del interior y en su patrimonio”, comentó el edil.

La jornada comenzó alrededor de las 10.30, con la intervención de Ángel Muñoz Vicente, que comentó la importancia de las instituciones públicas a la hora de gestionar, administrar y proteger el patrimonio arqueológico e histórico del Campo de Gibraltar, y criticó las “salvajadas” que se realizan en algunos enclaves rupestres, como pintadas, hogueras o raspaduras que destruyen las huellas de nuestros antepasados.

Tras su intervención, Carlos Gómez de Avellaneda, del Instituto de Estudios Campogibraltareños, hizo una retrospectiva de la historia de la investigación del arte rupestre en la comarca, desde la cueva de la Pileta, descubierta en 1905 por un campesino, hasta Lothar Bergman, que descubrió más de 30 enclaves prehistóricos, entre ellos la tarifeña cueva del Moro, y que acuñó la denominación de Arte sureño para referirse al patrimonio arqueológico de la zona.

El tercer exponente fue el espeleólogo Antonio Jesús Luque, que explicó, mientras mostraba un vídeo, cómo habían entrado a la cueva con equipos de escalada y las dificultades que presenta el acceso a la misma.

En la sesión vespertina, Salvador Domínguez-Bella, catedrático de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Cádiz, comentó la morfología y composición geológica de la zona del tajo de las Abejeras, seguido de Manuel Becerra, de la asociación Micogest, que explicó las características de la vegetación que rodea al enclave, en pleno Parque Natural de los Alcornocales.

La jornada de conferencias terminó con la intervención de José Ramos Muñoz, co-director del equipo de investigación del tajo de Las Abejeras, que hizo un repaso de las sociedades paleolíticas cazadoras y recolectoras que existieron en la comarca y resaltó las semejanzas entre los yacimientos encontrados a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, rescatando la idea de la zona como “puente” entre Europa y África.

Tras las conferencias, el equipo de investigación presentó el libro Tajo de las Abejeras y Cueva de las estrellas, fruto de su estudio en el enclave y en el que desarrollan ampliamente los temas expuestos en la conferencia.

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