Un viaducto con un solo pilar para salvar el Pinar del Rey

La Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de la nueva A-7 dedica especial atención a las medidas y diseño del trazado a su paso por el paraje del Pinar del Rey de San Roque. Este enclave natural ha generado desde los primeros pasos del proyecto numerosas reacciones tanto políticas como de grupos ecologistas encaminadas a evitar la afección directa de la infraestructura a ras de suelo en el paraje.

Entre los condicionantes al futuro trazado se recoge de forma expresa que las medidas para la protección del Pinar del Rey y del arroyo Alhaja, en San Roque, se basarán en la construcción de un viaducto con un único punto de apoyo en suelo del Pinar del Rey para salvar los 360 metros que recorrerá la autovía a su paso por este paraje. "Se plantea atravesar el pinar en viaducto de forma que la afección a la superficie se limite al tablero del viaducto, que incluirá al río Alhaja", recoge el documento .

Como consecuencia, la afección al Pinar del Rey se limitará a un único punto de apoyo para elevar la autovía seis metros sobre el nivel del suelo. El proyecto original contemplaba dos puntos de apoyo. Así mismo, esta zona estará dotada de pantallas acústicas de madera y un sistema de construcción específico para minimizar la afección al terreno durante las obras de ejecución. La mediana se verá reducida a dos metros, el mínimo legal, para que el ancho sea también mínimo.

El documento publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado recoge que posteriormente a la recepción del expediente para formular la declaración se recibió un escrito firmado por más de 660 personas remitido por el grupo ecologista Verdemar en el que se exigía que ninguna autovía pasara por el Pinar del Rey. El documento llegó fuera de plazo, según la declaración, si bien considera que las medidas técnicas propuestas son suficientes para salvaguardar el entorno.

La declaración también rechaza la construcción de varios enlaces que no estaban previstos en principio para conectar la futura A-7 con la urbanización La Alcaidesa, que pedían tanto el Ayuntamiento de San Roque como un particular. Los ecologistas rechazaban esta iniciativa al considerar que justificaba la autovía desde una visión especulativa. "De esta manera, quedan totalmente despejadas las dudas en torno a la finalidad de la autovía", destacó el diputado Salvador De la Encina.