De Pinocho
Diafragma 2.8
El caballero Sánchez -"Disculpen si le llamo caballero, pero es que no le conozco muy bien", dijo su día Groucho Marx-, el presidente, ha puesto en manos de un prófugo de la justicia la gobernabilidad de España. Lo ha vuelto a repetir. Hace unos días consiguió sacar adelante las ayudas económicas para la guerra arancelaria con los siete votos de Junts a cambio, por supuesto, del 25% a Cataluña, lo que supone un privilegio de lujo a una minoría. Con lo que se confirma la hoja de ruta de esta legislatura. Así, los extorsionadores siguen prosperando, como los malotes del colegio, dejando en desventaja a las demás comunidades. Todo esto se reduce a que los ricos sean cada vez más ricos y, como siempre, al resto a freirnos a impuestos.
Nueva bajada de pantalones a la que ya nos tiene acostumbrado este despropósito de Gobierno y que, salvo milagro político, no será la última. Solo deseo que los contenedores de nuestros puertos sigan llenándose de productos españoles y surcando mares a otros países, por el bien de todos. "Quid pro quo".
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