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El parque natural de El Estrecho pedirá el uso del suelo tarifeño desmilitarizado

L Nueva estructura del Ejército en la comarca

Defensa desmantela ocho baterías de costa tras el decreto de reorganización de los ejércitos · Los antiguos Mandos de Artillería de Costa quedarán unificados en el RACTA-4

El rey Juan Carlos I junto al alcalde tarifeño, Miguel Manella, en 2003.
Shus Terán / Tarifa

09 de febrero 2009 - 01:00

Un primer paso hacia la reversión del suelo militar a la ciudadanía. La desmilitarización de hasta ocho baterías de costa en Tarifa como consecuencia del Real Decreto 416/06 por el que se establece una nueva organización y despliegue de los ejércitos abre la puerta a las peticiones para que el suelo donde se ubicaba este patrimonio militar pase a ser de uso público. La Junta Rectora del parque natural de El Estrecho, en cuyo ámbito territorial se asienta buena parte de la servidumbre militar hoy en situación de desuso y abandono, ha comenzado a movilizarse con este objetivo.

El término municipal tarifeño, con 419 kilómetros cuadrados de superficie, alberga en la actualidad más de 7,8 kilómetros cuadrados de servidumbres militares, el 1,8% del total. En esta superficie se han ubicado hasta 22 propiedades, de las que varias están en completa inactividad desde hace años.

El Real Decreto, desarrollado a través de una orden ministerial aprobada el pasado 10 de diciembre, implican la reestructuración total de la presencia militar en Tarifa y desmantelamiento de ocho baterías de costa, también en parte por el empleo de nuevos materiales móviles de artillería.

El pasado 31 de diciembre terminaba el proceso de desmantelamiento de las distintas unidades militares adscritas al Mando de Artillería de Costa (MACTA) ya que la entidad de los medios de costa y su carácter dual (costa-campaña) aconsejan la existencia de un solo Mando de Artillería.

Ildefonso Sena, presidente de la junta rectora señala que durante la última reunión celebrada en noviembre del pasado año ya se expuso la nueva situación de estas infraestructuras. El asunto se quedó sobre la mesa hasta conocer la realidad de las baterías para poder determinar entonces unos planes que opten al uso en beneficio del parque natural y la comunidad. "Al parque le interesa que esas infraestructuras tengan una utilidad real para beneficio del parque y como servicio público", destaca Sena quien, no obstante, es consciente de que en alguna de estas baterías será imposible contemplar la posibilidad de pernoctaciones. "Es bien cierto que muchas podrían ser aprovechadas para la creación en las mismas de centros de estudios o incluso albergues", propone.

Otra de las ventajas que del desuso militar de las baterías permite contemplar es la apertura de infinidad de kilómetros de pistas y carriles que con un continuado mantenimiento pueden convertirse en instrumentos útiles para dar a conocer las características del espacio protegido. En cualquier caso, Ildefonso Sena señala que será en una próxima reunión de la junta rectora cuando de manera más meditada se busquen alternativas útiles a las baterías ya abandonadas.

En cuanto a la nueva estructura de la presencia militar en Tarifa, el desmantelamiento del MACTA dará lugar al Regimiento de Artillería de Costa número 4 (RACTA-4), siguiendo lo dispuesto en la Orden de Defensa 3.771/2008.

La estructura prevista del nuevo regimiento es una Plana Mayor de mando de regimiento, que contará con un Núcleo de Activación del Puesto de Mando; un Grupo de Artillería Remolcado I/4 y una Batería de Localización e Identificación de Objetivos.

Con esta estructura, el RACTA mantendrá las capacidades necesarias para el cumplimiento se sus misiones, además de capacidad de mando y control para participar en todo tipo de operaciones e integrarse en organizaciones de mando conjuntas y aliadas.

Estas unidades se ubicarán en las instalaciones ya existentes en San Fernando, Punta Camarinal y El Bujeo, todas en la provincia de Cádiz. A pesar que el desmantelamiento de las citadas baterías de costa ha supuesto la movilización de más de dos centenares de militares con destinos en los acuartelamientos tarifeños, el Ejército plantea una "afectación mínima" en el ámbito de las personas, entendiendo que en la zona de Tarifa los militares concernidos por la disolución del cuartel general del MACTA serán absorbidos por otras unidades como el núcleo de activación del Centro de Operaciones de Artillería de Costa (COACTA); la Batería de Localización e Identificación de Objetivos; la Unidad de Servicios de Acuartelamiento (USAC) de Punta Camarinal o en unidades de San Roque y San Fernando.

Pero el desmantelamiento de tantas unidades y suelo históricamente hipotecado al orgullo patrio trae consigo varias cuestiones de futuro como determinar si el Consistorio tendrá capacidad legal y económica para hacerse con el suelo y fomentar en él aprovechamientos públicos. El Consistorio está negociando conseguir para el patrimonio municipal distintas propiedades de antigua potestad militar, si bien el futuro ser de las mismas se plantea realmente incierto.

Como ya se ha indicado, hasta el desmantelamiento de las baterías de costa, el Ejército ocupaba una superficie de 7.428.146 metros cuadrados, de los que la batería de Paloma Alta y las instalaciones del RACTA-4 representan más de la mitad de los terrenos de servidumbre. Las residencia de oficiales y suboficiales dibujan una mínima parte de la ocupación actual de terrenos para uso militar dentro del municipio tarifeño.

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