Los inventores de las plantillas con alga asiática para Mango alegan contra la negativa del Gobierno a fabricarlas

La reclamación de la Sección de Educación Permanente de Tarifa apunta a que el proyecto sería una forma de contención sostenible, sin comercialización descontrolada ni injustificada, así como limitada en el tiempo

El Ministerio para la Transición Ecológica frustra la fabricación para Mango de 4 millones de plantillas de zapatos con el alga invasora

Recogida del alga invasora en Tarifa.
Recogida del alga invasora en Tarifa. / Erasmo Fenoy

La Sección de Educación Permanente de Tarifa, lejos de quedarse de brazos cruzados, reclama de nuevo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) permisos para recolectar el alga invasora Rugulopteryx Okamurae y fabricar con ella hasta cuatro millones de plantillas de zapatos para la prestigiosa marca Mango.

Educación Permanente ha presentado este viernes alegaciones contra la resolución del Miteco que, a mediados de mayo, denegó la solicitud del colectivo para valorizar los arribazones en el marco de un proyecto de investigación con un socio comercial. En las alegaciones, el colectivo considera que el proyecto sería una vía de freno a la expansión del alga, con los debidos controles ambientales, "siendo así la opción de comercialización por valorización una opción que redundaría en el mayor control de la población de la especie, un mayor control de la retirada y traería economía sostenible a la zona".

El Miteco arguyó que legislación vigente cataloga a la Rugulopteryx okamurae como especie exótica invasora, por lo que cualquier aprovechamiento comercial está condicionado por la normativa comunitaria y estatal. Las alegaciones inciden en que el Reglamento de la UE sobre especies invasoras alude a que la valorización no puede entenderse como parte de una estrategia de control. Al respecto, las alegaciones consideran dicha argumentación errónea porque deriva a la Administración Autonómica la responsabilidad de la gestión, sin tener en cuenta que el Estado ya posee una estrategia de gestión aunque no se ha elaborado un plan de acción, lo que acelera la expansión de la especie, en contra de normas como el Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (de 1993).

A mayor abundamiento, la reclamación de Educación Permanente considera el proyecto como una forma de contención sostenible, sin comercialización descontrolada ni injustificada, así como limitada en el tiempo.

Una de las plantillas experimentales hechas con el alga invasora.
Una de las plantillas experimentales hechas con el alga invasora.

El proyecto

Alumnos de la Seper Tarifa pusieron en marcha a principios de 2022 el proyecto SeaSoft para ensayar la aplicación del alga invasora de origen asiático como materia prima para hacer plantillas sostenibles para calzado. Las pruebas dieron con la clave: con 300 gramos de alga fresca se puede producir una plantilla equivalente a una de plástico, tanto por calidad y durabilidad como por precio. Lo que a priori convierte la idea en comercialmente rentable.

Los participantes en el proyecto buscaron entonces el apoyo de un socio comercial. La empresa Eldaplant (de Alicante) fabricó los primeros 3.000 prototipos con éxito, lo que llevó a la Asociación de Alumnos (al ser ya un proyecto con visos comerciales) y a Eldaplant a negociar y acordar con una filial de Mango el suministro de 4 millones de plantillas. Una cantidad que hubiera supuesto la retirada de 1.200.000 kilos de la Rugulopteryx Okamurae de las costas de la comarca y las redes de los pescadores.

La solicitud para el aprovechamiento se tramitó en agosto de 2022 y la respuesta del Miteco, recién recibida, alude ahora a que la legislación vigente cataloga a la Rugulopteryx okamurae como especie exótica invasora, por lo que cualquier aprovechamiento comercial está condicionado por la normativa comunitaria y estatal. La respuesta reseña que la Estrategia de control del alga en España, aprobada en julio de 2022, estipula que la recogida del material de arribazón "solo puede realizarse en el contexto de los planes de gestión de biomasa, que son responsabilidad de las comunidades y ciudades autónomas. Es por ello que a falta de un plan de gestión aprobado por la comunidad autónoma que establezca las condiciones en las que se debe realizar la recogida y la cesión del uso de la biomasa de Rugulopteryx Okamurae, no procede autorizar el proyecto de comercialización presentado por el interesado". Esto es, el Miteco cierra la puerta la recolección y endosa la responsabilidad a la Junta de Andalucía, que a su vez lleva meses reclamando al Gobierno central el impuso de una vía legal para poder hacerlo. Un bucle que, hasta que no se modifique la normativa, será infinito.

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