Dimisión de Boris Johnson

España y Reino Unido liman asperezas para desatascar el tratado sobre Gibraltar tras el Brexit

  • En plena tormenta política en Londres con la dimisión de Boris Johnson, los británicos viajan a Madrid para dos días de conversaciones técnicas

  • La novena ronda de negociación entre la CE y Reino Unido se celebrará en Bruselas la próxima semana

Boris Johnson, tras anunciar su dimisión.

Boris Johnson, tras anunciar su dimisión. / Efe

En medio de una tormenta política en Londres que ha desatado la dimisión del primer ministro, Boris Johnson, los Gobiernos de España y Reino Unido han mantenido durante dos días en Madrid unas reuniones técnicas para limar asperezas y tratar de dar un nuevo impulso al tratado internacional sobre Gibraltar que la Comisión Europea (CE) negocia con los británicos desde hace nueve meses.

La novena ronda de negociación entre la CE y Reino Unido está prevista que se celebre, con unas semanas de retraso sobre el calendario previsto, la próxima semana en Bruselas. De momento, ninguna de las partes confirma la fecha, aunque todos confían en que se mantengan pese a la marcha del jefe del Gobierno británico. 

Entre tanto, representantes británicos y españoles se han encontrado el miércoles y el jueves en la capital española, según ha podido saber Europa Sur, para solucionar "cuestiones técnicas" que están entorpeciendo el avance la negociación del tratado, estancado desde el pasado mes de enero.

En la delegación británica se han integrado el ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, y el viceministro principal, Joseph García. "El Gobierno sigue plenamente comprometido con la consecución de un tratado para Gibraltar en consonancia con el Acuerdo de Nochevieja y, trabajando estrechamente con el Reino Unido, no escatimará ningún esfuerzo para lograrlo", ha afirmado el Ejecutivo gibraltareño. 

El Ministerio de Exteriores español ha rehusado realizar cualquier comentario sobre las reuniones y, mucho menos, sobre su contenido. El de la Roca se limita, de momento, a explicar que son conversaciones "sobre las bases de un Tratado que regule la futura relación de Gibraltar con la Unión Europea y su Estado miembro más cercano, España". A preguntas de este periódico, considera que la dimisión de Boris Johnson "no tiene por qué" afectar a las negociaciones.

Este encuentro bilateral previo a la reanudación de la gran negociación llega una semana después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidiera no prorrogar la prestación sanitaria gratuita con los gibraltareños. La había mantenido durante un año y medio a pesar de que debía de haberse extinguido cuando se produjo la salida de la UE el 31 de diciembre de 2020. De hecho, aquel día todos los países europeos, excepto el español, quitaron los servicios sanitarios gratis para británicos y gibraltareños. España elaboró un decreto ley para adaptar su ordenamiento jurídico al Brexit con varias medidas de contingencia, entre ellas esa. 

Ya entonces, España advirtió que esas medidas de contingencia estaban sometidas a un plazo limitado. La última en caer fue la sanitaria, lo que provocó que Gibraltar la rompiera también. Esto generó una gran inquietud entre los trabajadores transfronterizos, frente a la que el Gobierno español lanzó un llamamiento a la tranquilidad garantizándoles que no perderían en ningún caso la prestación sanitaria. 

El diálogo entre la CE y Reino Unido para determinar la relación de la Unión Europea y Gibraltar tras el Brexit está en la misma situación que en el pasado mes de enero. Es decir, poco se ha avanzado en los últimos seis meses. Las conservaciones se encuentran en su punto más álgido y delicado.

El memorándum  

La negociación tiene como base el memorándum de entendimiento que firmaron los gobiernos británico y español el 31 de diciembre de 2020, en el que se prevé la futura supresión de la Verja y trasladar los controles fronterizos en el Peñón al puerto y el aeropuerto. Junto con el carácter militar de la Roca, ahí se encuentran los detalles aún por cerrar. Quizás, los más importantes. De los 300 artículos que se estima que tendrá el documento, ya se han acordado un 90%. Pero lo que queda es importante y, en diplomacia hay un viejo dicho que todas las partes consultadas repiten: "No hay nada acordado hasta que todo está acordado". Es decir, hasta que no exista un consenso completo, las partes no trasladarán al papel el primer borrador del tratado.

España es la responsable de los controles a las personas que buscan ingresar en la zona Schengen a través de Gibraltar por el paso fronterizo de La Línea. "Al menos durante los primeros cuatro años, llevará a cabo esos controles con la asistencia de Frontex. Sin embargo, la cuestión es cómo hacerlo de forma segura y agradable para Gibraltar y el Reino Unido, así como España y la UE, desde el primer día. Por supuesto, tenemos que lidiar con muchos años de disputas y restricciones, etc., a medida que evaluamos cada posición del otro", dijo en mayo el ministro principal de la Roca, Fabián Picardo, en el Parlamento gibraltareño.

"La ubicación y forma de realizar los controles Schengen ha sido un tema clave a lo largo de la negociación. Eso significa trabajar para acordar en detalle dónde estarán las personas relevantes, qué harán y a quién se lo harán. La clave, sin embargo, es que no habrá tales controles en la frontera entre nosotros y España. Es decir, donde actualmente se realizan los controles, no los habrá. Eso pondrá fin, para siempre, al menos durante el período de aplicación del Tratado, a las colas y controles fronterizos tal y como los conocemos hoy. Por supuesto, también queremos que estos problemas no generen cargas adicionales innecesarias para los pasajeros que llegan al aeropuerto y al Puerto de Gibraltar", explicó.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, confirmó a mediados de mayo que "hay textos concretos sobre la mesa" y confía en comenzar la redacción pronto con soluciones concretas y jurídicas sobre los puntos importantes. 

Ambas partes se habían dado inicialmente de plazo hasta finales de 2021 para cerrar el acuerdo, que regulará la relación de Gibraltar con la UE ahora que Reino Unido no es estado miembro, pero ante la imposibilidad de cumplirlo se pusieron como meta el primer trimestre del año, plazo que también ha expirado ya.

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