La Comisión Europea dice ser "consciente" de las malas prácticas ambientales de Gibraltar y emplaza al tratado para resolverlas

La Comisión Europea reconoce en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo que las actuaciones de la colonia denunciadas por los ecologistas de Verdemar vulneran el acuerdo de retirada de Reino Unido de la UE

El PP europeo exige que se actúe de inmediato con la normativa existente

Tribuna: El acuerdo entre Reino Unido y la UE, un caballo de Troya para Gibraltar

El presidente de Verdemar, Antonio Muñoz, en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, este jueves.
El presidente de Verdemar, Antonio Muñoz, en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, este jueves.

Los rellenos para ganar terrenos al mar en la cara este del Peñón, el vertido diario de miles de litros de aguas residuales y toallitas a la Bahía de Algeciras, la pesca ilegal de atún rojo y el trasvase de combustible entre buques fondeados en zonas ambientalmente sensibles auspiciados por las autoridades de Gibraltar llegan al Parlamento Europeo.

La Comisión de Peticiones de la Eurocámara ha reclamado este jueves a la Comisión Europea que vigile el cumplimiento de la normativa medioambiental comunitaria en el área del Estrecho ante estas cuatro prácticas sistemáticas de la colonia británica que vulneran no solo las leyes de la UE, también los acuerdos suscritos entre Reino Unido y los Veintisiete.

Verdemar-Ecologistas en Acción ha elevado hasta Bruselas sus recurrentes denuncias y ha logrado la unanimidad de todos los grupos políticos para mantener abierta la petición, lo que implica que ahora estas quejas serán trasladadas a la Comisión Europea para que se pronuncie por escrito.

No obstante, la Comisión ha reconocido durante el debate ser "consciente" de que las prácticas de Gibraltar "vulneran el acuerdo de retirada de Reino Unido de la Unión Europea en materia ambiental" y ha emplazado al futuro tratado sobre Gibraltar como un marco para resolverlas.

Intenso debate

El presidente de Verdemar-Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz, ha comparecido ante la comisión con el relato de las principales vulneraciones a la normativa medioambiental comunitaria que se producen en Gibraltar con la connivencia de sus autoridades. "No se puede perder la oportunidad del tratado sobre Gibraltar para crear un marco legal contra el terrorismo ambiental de Gibraltar. Estamos a tiempo de poner fin a esta barbarie", ha manifestado Muñoz en el cierre de su segunda intervención.

Tras la primera exposición de Verdemar, centrada en los principales efectos de las cuatro prácticas ambientalmente reprochables ya descritas, la representante de la Secretaría General de la Unidad de Socios de Europa Occidental ha reconocido que la Comisión "es consciente" de que las prácticas de Gibraltar "vulneran el acuerdo de retirada de Reino Unido de la Unión Europea en materia ambiental".

Y a renglón seguido ha asegurado que se trata de un "vacío legal" (para sancionarlas) porque no existe legislación medioambiental sobre Gibraltar por el momento. Por ello ha emplazado para resolver la situación al futuro tratado resultante del acuerdo político sobre el encaje de Gibraltar en la UE, logrado el pasado junio, que se encuentra pendiente de ser redactado, aprobado y ratificado.

Según ha dicho, este protocolo supondrá un compromiso por parte del Reino Unido de defender y aplicar niveles de protección medioambiental equivalentes a los de la UE también en Gibraltar y de elevarlos si la UE endurece en el futuro su normativa. "La Comisión se va a centrar en la aplicación de ese futuro acuerdo Reino Unido-Unión Europea, en lo que se refiere a Gibraltar, una vez que ese acuerdo esté en vigor", ha resumido la representante comunitaria.

Algo que ha levantado las críticas inmediatas de la parlamentaria del PP europeo María Esther Herranz, quien ha recordado que Reino Unido, y por ende Gibraltar, ya están obligadas a respetar la normativa internacional que ha sido ratificada por dicho país. "Es una obligación de la UE que Reino Unido cumpla con las obligaciones que ya tiene suscritas. Hay violaciones constantes de la normativa y es una vergüenza que se cubra a los delincuentes. No podemos esperar a que se firme el tratado. Debe hacerse ya, porque hay acuerdos y legislación aplicables", ha defendido.

Herranz ha denunciado, entre otros ejemplos, la pesca ilegal de atún en aguas europeas de buques que luego "se esconden en las aguas de Gibraltar". "Esto es piratería, absoluta piratería", ha indicado la parlamentaria del PP.

Con un tono algo más conciliador, pero igualmente firme, los grupos socialista (SyD), la ultraderecha (Patriots) y los verdes (Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea) han respaldado la petición de Verdemar e instado a la Comisión Europea a mantenerse "ojo avizor" a la situación. Esta unanimidad ha permitido que la propuesta se mantenga con el compromiso de respuesta por parte de la organización comunitaria.

Las denuncias de Verdemar

Antonio Muñoz ha descrito ante la Comisión de Peticiones los efectos de las cuatro principales malas prácticas que realiza Gibraltar sobre el medio ambiente y que "vulneran la normativa de la Red Natura 2000". En primer lugar se ha centrado en las aguas residuales sin depurar que se vierten al mar desde Punta Europa, sin que Gibraltar tenga en marcha una depuradora ni proyecto para tenerla en el corto plazo. "No hay sistema de depuración ni proyecto para las aguas residuales de 30.000 personas", ha enfatizado.

El búnkering (trasvase de combustible) entre barcos también preocupa a los ecologistas. "Los barcos invaden el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Estrecho Oriental. Gibraltar se ha convertido en el puerto de búnkering más grande del Mediterráneo colonizando las aguas en litigio con España con gasolineras flotantes en una actividad frenética y sin seguridad", ha resumido Muñoz.

En sus primeros cinco minutos, Muñoz ha alertado de que Gibraltar sigue ganando terreno al mar desde el año 1990. Actualmente se están ejecutando 300.000 metros cuadrados de rellenos en la zona de Eastside, con materiales procedentes de demoliciones que contienen amianto y otras sustancias nocivas, según los ecologistas, con un impacto en la costa y el mar "irreversible". Por último, ha hecho alusión a las prácticas marítimas gibraltareñas que están alterando los caladeros de la zona con la pesca del atún rojo (regulada por la UE).

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