Campo de Gibraltar

El cambio en el criterio del reparto del 0,7% del IRPF condiciona a las entidades sociales

  • Sus responsables destacan la dificultar de ejecutar programas antes de cobrarlos

Los participantes en la jornada sobre responsabilidad social de las empresas celebrada en el hotel Reina Cristina.

Los participantes en la jornada sobre responsabilidad social de las empresas celebrada en el hotel Reina Cristina. / Erasmo Fenoy

Los responsables del Banco de Alimentos, el centro social Padre Cruceyra y Nuevo Hogar Betania hicieron un repaso del papel que juegan las administraciones para los colectivos que prestan ayuda a los más desfavorecidos.

Pepe Ramírez, del comedor del Padre Cruceyra, señala que se trata de un tema “un poco espinoso”: “No recibimos ningún tipo de ayuda, solo del Ayuntamiento de Algeciras”, indicó.

Begoña Arana, de Hogar Betania, da relevancia a las ayudas que llegan a través de la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta: “Algunas entidades se han visto afectadas por el reparto del 0,7% del IRPF. Se modificó hace dos años y ha habido un cambio de prioridades y se ha dado más relevancia instituciones de defensa de la igualdad, feminismo o del colectivo LGTBI en detrimento de entidades con más cobertura de necesidades primarias, gente al límite de la exclusión social. Las hay que tienen comprometida su existencia porque su presupuesto dependía casi exclusivamente de fondos públicos”, destacó.

“Hay un estudio de la Universidad Pablo de Olavide en el que se ve cómo ha caído la cantidad que ingresan las entidades. No es que se reparta menos, sino que han entrado actores de igualdad que ahora son prioritarias. Se trata de cosas ambulatorias que no causan el mismo efecto que las cubren las necesidades básicas. Creemos que ahora se va a volver al criterio anterior. Antes las cantidades llegaban directamente desde el Gobierno central, peor ahora las gestionan las comunidades autónomas.

Una de las entidades que sufrió este cambio de criterio fue el comedor Padre Cruceyra porque Cáritas ha visto reducidos en más del 50% los ingresos por este concepto.

Juan Carlos Herrera, del Banco de Alimentos del Campo de Gibraltar, destaca que la disminución de las cantidades ha sido “muy radical” de un año a otro. “Las entidades ejecutan los mismos programas porque cuentan con una cantidad similar a la del año anterior pero de repente se encontraron con que le quitaron el 60 o 70%”.

Begoña Arana también explicó el procedimiento de las entidades sociales para recibir cantidades procedentes de las distintas administraciones: “Tenemos experiencia en las promesas de que se nos va a pagar. Es complicado ponerse en nuestro papel para ejecutar programas. Hay que llevar a cabo todo como te los indican y justificar con facturas y cuentas contables. Pagas y no cobras hasta pasado un tiempo. Eso es muy complicado y crea mucha ansiedad”, indicó.

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