Crisis en el sector

El alga invasora empuja a la pesca del Estrecho al abismo

  • La gran mayoría de las embarcaciones llevan sin salir de puerto desde finales de enero

  • Los pescadores reclaman ayudas urgentes de las administraciones para huir de la ruina

Redes cubiertas de algas

La pesca del Estrecho se declara en estado de ruina. Desde La Línea a Conil, pasando por Algeciras, Tarifa, Zahara y Barbate, para los trabajadores del mar el "bicho" no es solo el coronavirus. Es, sobre todo, el alga parda que, no solo no se detiene durante la cuarentena, sino que ha experimentado en las últimas semanas un crecimiento que ha obligado a atracar los barcos en los muelles sin visos de poder volver a la tarea. Así lo explican los pescadores, que están "cansados de sacar redes destrozadas" por la Rugulopterix Okamurae, mientras aguardan unas "medidas urgentes" que no llegan ni siquiera cinco años después de la invasión del Estrecho.  

"No se puede expresar con palabras el desastre que está suponiendo esto. Es una catástrofe ambiental y humana sin precedentes y las administraciones no hacen nada; no nos hacen caso", lamenta el pescador de Tarifa Gregorio Linde, que confiesa que sobrevive con 400 euros al mes después de que tuvo que parar la actividad a finales de enero. 

Un sector debilitado durante años por la desaparición del voraz, las bajas cuotas de atún y la invasión del alga parda se vio golpeado con dureza desde el comienzo del estado de alarma por el coronavirus debido al cierre de bares y restaurantes, así como la caída de la actividad en las lonjas. Pero no fue eso lo que mandó al dique seco a los aproximadamente 44 barcos (más de 200 familias) de Tarifa y la treintena que sobrevive en Algeciras, hace años los puertos pesqueros más importantes del sur de Europa. Cuando intentan pescar, lo que obtienen es kilos y kilos de algas que inhabilitan la mayoría de las redes hasta el punto de tener que tirarlas. Nunca la invasión de esta especie había atacado con tanta virulencia. 

"No se puede trabajar y las administraciones no nos apoyan. Tenemos ayuda cero. Nos afecta a todos, desde La Línea a Conil pero especialmente Tarifa, donde la problemática es mayor que en cualquier otro sitio y tenemos un cupo de atún bajísimo que no podemos gastar", apostilla Gregorio Linde.

La Junta afirmó el jueves que prepara 150 millones para salvar el campo y la pesca

Todos los barcos que han intentado retomar la actividad al percibir mayor tranquilidad respecto al riesgo de contagio por el covid-19 y por la estabilización de los precios, se han encontrado con la Rugulopterix Okamurae esperándoles en el Estrecho. "No sólo son los gastos sino la desesperación por ver cómo se acaba con una forma de vida, por no saber qué van a tener que hacer para ganarse la vida con esta nueva y catastrófica situación", afirma Antonio Vegara, jefe de estudios adjunto de la Sección de Educación Permanente de Tarifa Tarifa, Coordinador del Proyecto de Innovación Educativa y Profesor-Tutor del grupo Algas de Bolonia, que se hace eco de acciones inmediatas que puede tomar tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno de España, aplicando el artículo 9 del Real Decreto 630/2013. "Pagar a cada barco los kilos descargados en puerto, que los han capturado cuando pretendían pescar. Un kilo, un euro, para lo que es competente la Junta de Andalucía.

Los pescadores reclaman además al Gobierno de España una redistribución, por urgencia y emergencia, de la cuota de atún rojo que el ICAAT ha autorizado, favoreciendo la flota artesanal afectada, una vez que es conocida y demostrada la recuperación de la especie en aguas del Estrecho. "Los atunes se amontonan en la puerta del muelle", explica Gregorio Linde. 

"Ambas medidas procuran un sector en activo que se gana la vida por su trabajo evitando un subsidio de desempleo como transición a una desaparición del sector en nuestra zona", apostilla Vegara.

Según la última información oficial, de primeros de marzo, la declaración como especie invasora del alga está a la espera de tres trámites por parte del Gobierno, que sigue desde entonces sin dar una fecha de cuándo culminará el interminable proceso. Según el Ejecutivo, la designación es imprescindible para activar medidas correctoras y compensatorias. En enero, los ecologistas acusaron a la Junta de Andalucía de provocar dilaciones y poner obstáculos al procedimiento, ralentizando informes preceptivos y vinculantes para la declaración.

La Junta de Andalucía afirmó el jueves que prepara en torno a 150 millones de euros para organizar la ayuda que hará falta para salvar al campo y la pesca andaluces del intenso período de crisis que se avecina. El Ejecutivo que preside Juan Manuel Moreno dice ser consciente de que dos de los pilares de la economía andaluza deben ser protegidos a la mayor brevedad para reducir los efectos de la pandemia provocada por el COVID-19. 

El pasado lunes, la delegación municipal de Playas del Ayuntamiento de La Línea, anunció que había recogido en la zona de Poniente 80 toneladas del alga, que se encontraban en estado de descomposición. Una semana antes, en la playa de Getares, en Algeciras, sobre todo en la zona entre la desembocadura del río Pícaro y la zona de Los Delfines, grandes arribazones de vegetación marina, principalmente de la temida Rugulopterix Okamurae, volvieron a cubrir la orilla con un gran manto pardo que, de reproducirse en los próximos meses, tendría un enorme impacto para los bañistas. El pasado mes de febrero la costa algecireña ya sufrió una masiva llegada de algas parecida, en aquellos días entre la desembocadura del río Pícaro y el faro de Punta Carnero.

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