Ha vuelto a pasar. Gran parte de la orilla de la playa de Getares, en Algeciras, ha amanecido este lunes cubierta por un denso manto del alga invasora rugulopteryx okamurae.

El arribazón del alga parda se ha concentrado entre la desembocadura del río Pícaro y el faro de Punta Carnero. Todo apunta a que el viento de levante que ha azotado en días previos la zona del Estrecho de Gibraltar ha hecho aflorar el manto de vegetal marino. 

La franja costera permanece sepultada bajo una capa marrón oscuro que perjudica no solo al sector turístico, también al ecosistema marino y al sector pesquero.

La rugulopteryx okamurae cubre buena parte del lecho marino del Estrecho de Gibraltar y ha logrado en apenas cinco años desplazar a las algas autóctonas del parque natural del Estrecho provocando un problema ecológico de gran magnitud para el que todavía no hay una solución.

Cada verano, con el aumento de la temperatura de las aguas, esta especie de alga invasora de origen asiático se multiplica y cubre la arena de las playas del Campo de Gibraltar y Ceuta.

Las autoridades trabajan en la inclusión de este alga en el catálogo de especies invasoras, si bien el expediente sigue sin estar concluido.