El SVA instruye a sus agentes tras el informe final del accidente mortal del helicóptero Argos VIII
Tragedia en el Estrecho
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil concluye que la muerte de Domínguez Iborra tuvo "relación directa" con su formación para escapar de aeronaves sumergidas
Aduanas redacta un Manual de Operaciones para prohibir maniobras a baja altitud como la que causó el fatal accidente
El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ha establecido que todos los agentes que trabajan a bordo de los helicópteros que participan en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando en el Estrecho realicen un entrenamiento continuo para el escape del interior de estas aeronaves cuando quedan bajo el agua. Esta medida la ha tomado después de que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) haya concluido que la muerte del agente de Aduanas José Luis Domínguez Iborra por ahogamiento -en el siniestro que el helicóptero Argos VIII sufrió durante una persecución en julio de 2021- tiene "relación directa" con su formación para salir de helicópteros sumergidos.
Además, el SVA ha redactado un nuevo Manual de Operaciones, que remitirá al Ministerio de Transportes, para prohibir las maniobras a baja altitud como la que causó el fatal accidente, según concluye la investigación, realizada de forma "brusca" y con "visibilidad reducida".
El informe final del CIAIAC recomienda a la empresa Eliance Helicopter Global Services, la compañía que opera la flota aérea del SVA, que establezca cuál debe ser el entrenamiento necesario para las tripulaciones que se incorporan por primera vez al Servicio de Vigilancia Aduanera. Además, el documento aconseja a la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía que realice "una investigación exhaustiva para averiguar si la activación de las ambulancias y su llegada al puerto de la urbanización de Sotogrande" para atender a Domínguez Iborra "fue ajustada a los tiempos de respuesta estándar o sufrió alguna demora no justificada".
Evacuación de la Aeronave
El informe de la comisión afirma que "no parece casual" que el comandante y el copiloto "escapasen de manera relativamente fácil de la aeronave una vez que esta impactó con el agua, se dio la vuelta y se sumergió, mientras que el agente del SVA no llegase a hacerlo". "El desarrollo de los acontecimientos está en relación directa con el entrenamiento para escape de helicópteros bajo el agua (HUET, las siglas de Helicopter Underwater Escape Training), que habían recibido los tres". Mientras el comandante y el copiloto tenían la formación reciente (ambos a principios de 2020), la última vez que el Agente del SVA había recibido dicho entrenamiento fue en 2013, es decir ocho años antes.
En el caso de los agentes del SVA que van a bordo de las aeronaves, no está recogido en ninguna norma específica que tengan que realizar esa formación después del curso que realizan cuando se incorporan al servicio. Los cursos de entrenamiento cada poco tiempo eran voluntarios y muchos de los agentes que volaban en las aeronaves no habían actualizado esta formación a pesar de que el SVA les ofrecía la posibilidad de realizarla. Este fue el caso de Domínguez Iborra.
Servicios de Emergencia
La embarcación patrullera del SVA que realizaba la persecución en el Estrecho y observó el accidente del helicóptero avisó a su centro de control de forma inmediata, incluso antes de darse la vuelta y aproximarse al lugar del siniestro. Este alertó a Salvamento Marítimo, que activó una embarcación y un helicóptero de rescate un minuto después. La aeronave se volvió tras comprobar que el tiempo que iba a emplear en alcanzar a la patrullera del SVA y evacuar al agente herido era mayor que el que tardaría la embarcación en llegar al puerto. La decisión fue "adecuada", según el informe.
El centro de control avisó "en un tiempo razonable", doce minutos después de aquello, al Servicio Aéreo de Rescate del Ejército del Aire, "aunque no fue preciso que este servicio activara medios auxiliares porque tampoco habrían podido contribuir a mejorar el traslado del Agente de Aduanas de manera más rápida".
Los servicios de emergencia de la Junta de Andalucía (Sala 112 de Cádiz) fueron alertados a las 2:15 por el Centro de Coordinación y Salvamento de Tarifa, es decir, treinta minutos después de que la patrullera del SVA comunicara en un primer momento el accidente. La ambulancia medicalizada, con personal sanitario especializado, fue activada justo a esa misma hora mediante llamada al EPES 061. Sin embargo, llegó al puerto a las 3:19, es decir 64 minutos después. Hacía 26 minutos que la patrullera del SVA había llegado (2:53) con Domínguez Iborra en estado crítico. "Se desconoce el motivo por el que tardó más de una hora en llegar. La ambulancia no medicalizada, que había sido activada a la misma hora que la anterior, tardó en llegar al puerto cuarenta y cinco minutos", relata el informe, que con estos datos reclama a la Junta de Andalucía que realice una investigación exhaustiva.
Operación
La operación aeronáutica que realiza el Servicio de Vigilancia Aduanera está fuera del ámbito de aplicación del Real Decreto 750/2014 que regula los trabajos aéreos. El SVA no había elaborado un Manual de Operaciones, ni un documento que sirviera de guía a los distintos operadores, sobre cómo operar, especifica el informe del CIAIAC.
Además, el operador de la aeronave, Eliance, no disponía tampoco de un Manual de Operaciones que recogiera el modo de realizar su trabajo para el Servicio de Vigilancia Aduanera, motivo por el que en marzo se remitieron dos recomendaciones de seguridad con carácter de urgencia para que el manual fuera modificado lo antes posible.
La investigación ha constatado que cuando se incorporan al servicio nuevos pilotos no hay una fase de entrenamiento que facilite la adecuación al servicio paulatinamente, por lo que el CIAIAC recomendó a la empresa operadora que estableciera cuál debe ser el entrenamiento necesario para las tripulaciones que se incorporan por primera vez al Servicio de Vigilancia Aduanera.
Los hechos
Según concluye el informe del CIAIAC, el helicóptero AIRBUS HELICOPTERS AS 365 N3, con matrícula EC-JDQ, perteneciente al (SVA) y operado por Eliance, despegó a la 1:20:30 del 11 de julio de 2021, desde su base en Algeciras para realizar un
vuelo rutinario de localización de embarcaciones (patrullaje). A bordo iban el comandante, el copiloto y el agente de Aduanas (Domínguez Iborra).
Poco después oyeron por radio que una patrullera del SVA estaba realizando la persecución de una lancha y el agente de Aduanas que iba a bordo del helicóptero, "les ofreció la ayuda de este" para llevar a cabo la persecución. Los tripulantes de la patrullera les facilitaron las coordenadas de la posición en la que se encontraban, aproximadamente 35 millas náuticas de donde estaban volando en ese momento.
Durante el posicionamiento, según la tripulación, fueron descendiendo desde 3.500 pies, que es cuando vieron la luz del rotativo de la patrullera, hasta situarse a 500. Desde ese momento, el agente de Aduanas fue "guiando a la tripulación del helicóptero", y continuaron el descenso hasta quedar por debajo de los 100 pies de altitud. Las dos embarcaciones, la patrullera y la lancha a la que perseguían, "realizaban giros constantemente y al intentar seguirlos, el helicóptero introdujo la parte trasera en el agua, volcó hacia el lado derecho y se dio la vuelta". "Al tocar el agua, la tripulación activó los flotadores del helicóptero, que se desplegaron mientras la aeronave se sumergía", especifica.
"Los dos tripulantes abandonaron la aeronave por la puerta que tenía cada uno de ellos en su lado y salieron a flote. Al comprobar que el agente de Aduanas no había ascendido a la superficie, ambos se sumergieron para intentar localizarle y rescatarle", continúa.
Los miembros de la patrullera vieron caer al helicóptero y se dieron la vuelta. De inmediato se dirigieron hasta él y dos de los agentes se lanzaron al agua para auxiliarles. Poco después el copiloto y uno de los Agentes de la patrullera, localizaron a Domínguez Iborra y le rescataron.
Pusieron rumbo de inmediato hacia el puerto deportivo de la urbanización sanroqueña de Sotogrande y durante la hora que emplearon en el traslado, los miembros de la tripulación del helicóptero le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Al llegar al puerto recibieron ayuda de agentes de la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil y entre todos le trasladaron fuera de la embarcación y siguieron practicándole la maniobra RCP junto con personal sanitario cualificado, que llegó más tarde. Una hora después de estar practicándole la RCP en tierra se certificó su fallecimiento.
La aeronave resultó con daños importantes en la cola y el rotor principal. Fue recuperada el mismo día del accidente. La investigación ha concluido que la causa del accidente fue la realización de una maniobra brusca a baja altura y con visibilidad reducida, no contemplada en el Manual de Operaciones (procedimientos operativos para el Servicio de Vigilancia Aduanera).
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