Pasajeros a merced de la inercia

Desde Algeciras hasta La Línea, 30 o 45 minutos de viaje en autobús para recorrer algo más de 20 kilómetros. Un trayecto bastante completo con carretera urbana y un largo tramo de autovía con continuas entradas y salidas de la misma para recoger y dejar pasajeros. Es una de las líneas del Consorcio de Transportes Metropolitano del Campo de Gibraltar cuyos cientos de pasajeros diarios viajan a merced de la inercia, sin cinturón de seguridad.

Los autobuses matriculados con anterioridad al 20 de octubre de 2007 no están obligados a disponer de este tipo de medidas. En el caso de los vehículos que operan en el Consorcio campogibraltareño, la mayoría de los autobuses fueron adquiridos por las empresas participantes con anterioridad a la fecha límite, por lo que no están equipados con los cinturones de seguridad ni están obligados a tenerlos.

A pesar de que las empresas no incumplen en ningún momento la normativa vigente, la instalación voluntaria de esta medida de seguridad en los vehículos que carecen de ella supondría un gran salto cualitativo para la seguridad de los pasajeros. Está demostrado que el uso del cinturón de seguridad reduce en un alto porcentaje la mortalidad en los casos de vuelco, la situación más peligrosa que se puede dar en estos vehículos. Los viajeros pueden salir despedidos por las ventanillas o ser aplastados si nada los retiene.

En total son 24 los autobuses que cubren las 13 líneas interurbanas de la comarca. Estos itinerarios son explotados por cuatro empresas distintas con un parque de vehículos diferente cada una: Comes, CTSA-Portillo, Hetepa y Esteban.

La empresa Comes, que no quiso revelar a este periódico las características de sus vehículos, es la que más autobuses tiene operativos para las distintas rutas de las que se encarga. Sus 16 automóviles cubren 9 de las 13 existentes. Los vehículos de Comes son los que realizan el trayecto de Algeciras-La Línea, cuyos viajeros van sin cinturón de seguridad puesto que esos coches fueron comprados antes del 20 de octubre.

"Es un peligro porque puedes salir despedido con un frenazo más fuerte de la cuenta. Ni siquiera los asientos centrales del final tienen cinturón de seguridad", explica Rocío Carrasco, joven que reside en La Línea pero se desplaza todos los días en autobús hasta Algeciras para estudiar. La normativa vigente en esta materia determina que cuando los asientos centrales no tienen sistema de retención en ningún caso podrán ser utilizados por menores de 16 años.

Respecto a la línea que une Algeciras con Jimena, realizada también por Comes, una usuaria habitual que prefiere no revelar su identidad atestigua, en la estación de autobuses San Bernardo de Algeciras, que "a veces uno de los autobuses de esta línea lleva cinturón porque se ve que es nuevo, pero la mayoría no los tienen porque son más antiguos".

La empresa CTSA-Portillo se encarga de las rutas La Línea-San Roque y Estepona-La Línea para las que emplea tres autobuses en total de 55 plazas cada uno. De los 165 plazas tan sólo 55 tienen cinturón de seguridad, que son las que llevan todos los días a viajeros desde La Línea hasta San Roque y viceversa. Es el único vehículo de los tres que fue adquirido después de octubre de 2007 por la empresa.

La otra ruta, Estepona-La Línea, la cubren dos vehículos anteriores a octubre de 2007, por lo que sus pasajeros se exponen cada día a alrededor de 45 kilómetros sin medidas de contención, vulnerables ante posibles frenadas o choques. La Dirección General de Tráfico establece en sus estadísticas que el uso del cinturón de seguridad en autobús reduciría las lesiones mortales en un 100% en caso de impacto frontal.

La empresa Hetepa, que cubre la línea Los Barrios-Algeciras, tanto la directa como la que discurre por Puente Romano, tiene tres coches que compraron antes de la fecha límite, por lo que ninguna de las 55 plazas de cada uno tiene cinturón de seguridad.

La última empresa, Esteban, tiene un parque operativo en el consorcio de dos microbuses de 25 plazas cada uno para cubrir la línea Algeciras-San Roque, de los cuáles ninguno lleva cinturón a pesar de que los adquirieron en 2008. Según informó la empresa, la normativa exime a los microbuses de tener instalados cinturones de seguridad, incluso los matriculados con posterioridad a octubre de 2007.

Pero no todo es cuestión de que los fabricantes cumplan las exigencias legales. El resto del trabajo corresponde a la responsabilidad de los viajeros. La normativa no obliga tan solo a las empresas fabricantes a dotar de cinturones de seguridad a los autobuses, sino que todos los pasajeros mayores de tres años tienen la obligación de usarlos, siempre que el vehículo disponga de ellos.