Lucha contra el tráfico de drogas

La Guardia Civil se queda sin 'gomas' para perseguir a los narcos

  • La prohibición de utilizar las embarcaciones incautadas por no estar homologadas deja a los agentes en inferioridad de condiciones frente a las planeadoras

  • La Benemérita encarga al CDTI un prototipo de lancha que iguale en velocidad a las narcolanchas y que pueda funcionar incluso sin tripulantes

Una patrullera Rodman 55 de la Guardia Civil, la más rápida con la que cuenta el cuerpo.

Una patrullera Rodman 55 de la Guardia Civil, la más rápida con la que cuenta el cuerpo. / rodman.es

El pasado mes de octubre, una instrucción emitida por la Jefatura de Costas y Policía Marítima de la Guardia Civil ordenaba el cese inmediato de los servicios que los agentes del cuerpo estuviesen realizando con lanchas incautadas a las organizaciones de narcotraficantes. Hasta ese momento, las gomas se habían venido utilizando por la Benemérita con autorización de los juzgados pertinentes, pero sin estar inscritas en la lista de embarcaciones autorizadas por la Marina Mercante. La consecuencia pasado un mes desde dicha orden, de “mayor estricto cumplimiento” y desvelada por esta redacción el 12 de octubre, es que la Guardia Civil se enfrenta cada día en inferioridad de condiciones a las mafias del hachís al no disponer aún de lanchas con la velocidad y la maniobrabilidad de las que poseen aquellas.

"Con hasta 17 metros de eslora y con capacidad para montar 4 motores de 300 cv cada uno, las narcolanchas pueden cargar un máximo de 2.800 kilos de hachís"

La orden de prohibición de uso de las planeadoras intervenidas por la Guardia Civil vino derivada de una denuncia pública realizada por la Asociación Unificada de la Guarda Civil (AUGC) sobre la ausencia de seguridad de esas embarcaciones, de fabricación casera y sin homologación oficial alguna. Con hasta 17 metros de eslora y con capacidad para montar 4 motores de 300 cv cada uno, las narcolanchas pueden cargar un máximo de 2.800 kilogramos de hachís -repartidos en fardos de unos 30 kg- y alcanzar velocidades de 60 nudos (111 km/h), 10 más que las lanchas más rápidas con las que cuenta la Benemérita, las Rodman 55, con casco de poliéster reforzado con fibra de vidrio y utilizadas también por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

"La oferta de embarcaciones existente en el mercado no iguala las prestaciones de las 'gomas' de los narcos"

Si bien la Guardia Civil y el SVA cuentan con helicópteros de apoyo a la hora de llevar a cabo las persecuciones, ese margen de diez nudos representa un abismo cuando se intenta dar alcance a una narcolancha en mar abierto, la diferencia entre detener a los delincuentes o que se escapen. A ello se une la antigüedad y las malas condiciones de algunas de las embarcaciones de la Guardia Civil, que prestan servicio prácticamente las 24 horas del día, según la descripción de la AUGC, y no solo para combatir el narcotráfico, ya que también atienden otro tipo de servicios.

La alternativa, una lancha autónoma

Uno de los principales problemas con los que tropieza el Ministerio del Interior para solventar esta situación es que la oferta de embarcaciones existente en el mercado no iguala las prestaciones de las gomas de los narcos. Por ello, en julio de 2020, la Dirección General de la Guardia Civil firmó un convenio con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), entidad dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, para diseñar una embarcación específica que pueda mirar de igual a igual a las planeadoras e, incluso, funcionar sin tripulantes a bordo, de tal forma pueda navegar de tres formas: con control manual desde la embarcación, mediante “control manual en remoto” o en “modo autónomo” sin intervención humana, si bien esta última opción quedaría circunscrita a tareas de vigilancia.

La meta marcada por el convenio es “dotar a la Guardia Civil de soluciones innovadoras que […] permitirán reducir el tráfico de drogas por vía marítima y mejorar la seguridad” de las tripulaciones “en misiones de interceptación, consideradas de alto riesgo”. El acuerdo fija como objetivo que el CDTI logre diseñar un prototipo de una lancha con una velocidad superior a 60 nudos, maniobrable y segura para sus ocupantes, “haciendo mejoras” respecto a la Rodman 55 “en la hidrodinámica, en los materiales de construcción y en los medios de impulsión”.

Esta nueva lancha, además, deberá estar dotada de “un sistema de detención de las embarcaciones delictivas”.

“Debido a limitaciones en las dimensiones de la embarcación y la profundidad de las aguas en las que podría navegar, así como el nivel sonoro máximo para las misiones de vigilancia, se considera que la utilización de motores intraborda y propulsión a chorro sería lo más indicado”, indica el convenio, que marca así una diferencia tecnológica notable que mejora la seguridad respecto a las narcolanchas, dotadas con motores fueraborda de hélice.

“Independientemente del sistema de propulsión”, subraya el texto, “la embarcación alcanzará una velocidad superior a 60 nudos con un estado de carga del 75% de todos los consumos a bordo y toda la tripulación a bordo, en condiciones de mar llana y viento en calma”.

El acuerdo entre la Guardia Civil y el CDTI prevé que las pruebas del prototipo de la embarcación y del sistema de detención "se realizarán en un entorno relevante y real tanto para el funcionamiento en modo autónomo (vigilancia) como para el modo persecución (interceptación)". "La solución de simulación será instalada y probada en las dependencias de la Escuela de Guarda Costas de la Guardia Civil en la provincia de Cádiz", concreta el convenio.

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